Una de las tantas formas de inspiración cuando uno no sabe bien cómo ambientar, decorar, terminar, o reformular un lugar, es darse una vuelta por una barraca de demoliciones. Templos de maravillas si los hay, donde uno puede encontrarse con cualquier cosa menos la que busca y mucho mejores, o precisamente ver mil opciones similares u opuestas, de ahi la riqueza de estos sitios. Estuvimos con Geraldinne una amiga de la casa con muchas ideas para plasmar en texturas de maderas, visitando Carrara y Odone Zunino, dos de las que hay en Montevideo, aunque no las únicas. Hay que saber buscar y sobre todo, hacerse amigo del encargado que si conoce el lugar y su inventario, puede contarte mil y una anécdotas sobre las demoliciones y lo que pierde Montevideo o ganan sus clientes, no sin cierta lástima y profundo respeto por el pasado , los estilos y lo que supo tener Montevideo en cuanto a materiales y mano de obra increíbles. Como anécdota valga el haber sido convocado para sacar piezas de una de las últimas casas de la rambla, allí donde ahora se está construyendo un hotel y él que estaba acostumbrado a hacer y deshacer en casas antiguas, cuando vio lo que habia alli adentro..salió con los ojos con lágrimas sin poder creer lo que estaban por tirar abajo. Desde acá nos encanta dar ejemplos de los beneficios de saber reciclar, reformular o adaptar espacios de otras épocas, y eventualmente también, por que no, llevar un poco de esas épocas a ambientes más modernos y generar un mix con historia y sorpresas como pocos.
ESE portón! |