Dpot se construyó en un terreno de 1.500 m² en San Pablo, donde anteriormente había una casa rodeada por un gran jardín. Al estudiar la legislación vigente sobre Uso y Ocupación del Suelo, el estudio Isay Weinfeld notó que ciertos factores, como la tasa de utilización y los retrocesos obligatorios, serían muy diferentes (y desfavorables) en el caso de una construcción nueva, con demolición de la existente. Por lo tanto, garantizar este potencial constructivo requería renovar y reconvertir el edificio existente.
La solución fue, partiendo de la construcción original, restaurar los espacios interiores y fachadas, para adaptarlos al uso comercial. La transformación mantuvo la atmósfera informal y relajada del pasado como residencia, donde los productos se pueden exhibir y organizar como si estuvieran en un hogar.
La alternancia de techos altos y bajos y la existencia de entrepisos definieron una escala diferente para cada espacio, convirtiendo el volumen en un conjunto de prismas yuxtapuestos de distintas proporciones.
Otros dos factores relevantes fueron, en primer lugar, la idea de que desde el interior de la tienda siempre se pudiera ver el jardín; y en segundo, que desde el exterior las habitaciones de la tienda estuvieran siempre a la vista.
La solución fue “arrancar” la parte inferior de todos los volúmenes (a excepción del de servicios) e instalar una franja continua de vidrio que recorre todo el perímetro para garantizar la transparencia deseada.
En la parte superior se optó por revestir las caras exteriores con tableros de cemento, y las interiores con lamas de madera. La integración interior-exterior es total, y los volúmenes ciegos parecen flotar sobre los espacios habitables en medio de un exuberante jardín.