Salvador R es una marca referente en el mercado local y regional de muebles con alto componente de diseño y personalización, disponibles para estudios profesionales y consumidores finales. En sus showrooms de Montevideo y Punta del Este puede apreciarse la amplia gama de opciones de manufactura, terminaciones y estilos que puede lograr para adaptarse a cada proyecto. Con atención personalizada y una infraestructura que le permite no perder el contacto con el cliente ni el control de calidad es una opción consolidada con amplia trayectoria aunque de menor perfil que vale la pena conocer en profundidad.
Conversamos con Salvador Reizer, su director, próximo a partir de viaje para ver novedades y atender un proyecto en Los Ángeles.
_ Contanos acerca de tus inicios y trayectoria en el rubro. ¿Cómo comenzaste a trabajar en diseño y fabricación de equipamientos?
A los 17 años tenía un viaje programado para estudiar diseño industrial y arquitectura en una escuela de Milán, pero me quedé viviendo. Era mi intención desde el inicio, siempre miré hacia afuera y busqué la oportunidad para concretarla.
Después de un tiempo, abandonamos los cursos académicos junto a un compañero y abrimos un pequeño «studio» en la zona de Como. Como estudiantes, participamos en la Feria de Milán con la escuela junto a otros diseñadores, lo que nos dio vinculaciones con profesionales y arquitectos. Ellos fueron nuestros primeros clientes trabajando en forma independiente.
Hacíamos proyectos de gran escala y trabajábamos gerenciados por un interiorista y un arquitecto que usualmente eran los supervisores de obras. Teníamos reuniones quincenales con el resto del equipo de subcontratos, con quienes definíamos detalles, coordinábamos tiempos y requerimientos técnicos.
Trabajamos con ese ritmo y organización en Europa para clientes variados de primera línea durante muchos años. Por cuestiones familiares en el 2001 decidí volver a Sudamérica. Siempre me gustó vivir en ciudades chicas que permiten mayor calidad de vida y trabajar con agilidad, sin pérdida de tiempo, con lo que descarté Buenos Aires y me instalé en Colonia. En esa época una empresa de gran porte en la región que me ofreció trabajar para ellos: ese fue el comienzo de mi carrera acá, trabajando para Uruguay, Argentina y por unos años también para España.
_ ¿Qué te dejó la experiencia de trabajar en Italia?
Me dejó un concepto de rigor y disciplina, de educación laboral en la eficiencia, cumplimiento y responsabilidad. Si bien hemos operado con equipos de más de cien personas, en los últimos tiempos hemos querido simplificar, apuntar a la calidad más que a cantidad, y atender el detalle en relación más directa con controles y atención personalizada.
_ ¿Y a nivel de desarrollo de proyectos y diseño?
A nivel proyectos y diseño vivir en el primer mundo te abre la cabeza. Ello se manifiesta en nuestros diseños, en amplitud de dimensiones y combinaciones de materiales que exhibimos en los showrooms.
_ Cuando decidiste instalarte en Uruguay, ¿cómo encontraste el mercado y qué te hizo decidir instalarte aquí y no en Argentina?
Cuando llegué a Argentina viajé a Colonia, bajé revoluciones, y a los pocos meses conocí a los directores de una empresa grande de plaza en una feria donde nos pusimos a charlar y surgió la posibilidad de producirles colecciones. Luego me invitaron a instalarme en Punta del Este para fabricar con más continuidad. Ahí se abrieron otras posibilidades que nos llevó luego a abrir nuestra propia tienda.
Desde Punta del Este hemos enviado muebles a Latinoamérica, USA y Europa. Se trabaja en un entorno tranquilo pero con gran alcance y demanda más que exigente. Ahora estamos atendiendo un proyecto en Los Ángeles para un arquitecto argentino para quien hemos trabajado en obras en José Ignacio.
No me gustan mucho las ciudades grandes, prefiero las chicas donde uno puede desarrollar cosas y tener mejor calidad de vida sin distancias tan grandes.
_ Basado en tu trayectoria en distintas escalas y alcance, según tu mirada ¿qué tiene que tener un emprendedor para desarrollar y potenciar su negocio y cuál es la clave para sostenerte en el tiempo?
Hay varias cualidades necesarias: mucha paciencia para entender que los procesos y la gente tienen sus particularidades, creatividad, creer en lo que se hace, flexibilidad comercial, e intentar siempre mejorar el servicio ofreciendo nuevas propuestas, innovando en varios frentes.
Salvador R diseña y fabrica su propia línea de muebles, además de desarrollar proyectos a medida, ¿cómo es el proceso y cuánta gente trabaja contigo?
Nos reunimos con el cliente, siempre me ven a mí al frente de las cosas, se ve lo que se necesita, se rectifican medidas en obra, se hacen planos, algún render si es necesario, o fotomontaje, y luego se manda a la fábrica. Hoy en día allí trabajan pocas personas, en un marco de eficiencia y conocimiento mutuo desde el inicio de la empresa. Una medida que nos sirvió fue invertir en maquinaria más sofisticada, lo cual requiere menos intervención de personal. Es un híbrido que toma lo mejor del sistema artesanal con las virtudes de precisión y tiempos de algo mecanizado. El sistema de producción es eficiente y nos permite entregas entre 3 y 15 días salvo proyectos a escala muy grande.
¿Qué tipo de maquinaria o tecnología utilizan para ejecutar los diseños?
Tenemos maquinarias modernas manuales neumáticas y eléctricas, algunas más complejas de corte y laminados. Además tenemos cabinas de pintura para lograr toda la gama de acabados que trabajamos. Es un sistema eficiente y rápido que permite entregas ágiles: ese mix es parte de lo capitalizado de la experiencia europea que combina lo mejor de ambos escenarios, el industrial y el artesanal.
El taller está ubicado en Punta del Este. ¿Cuáles son los tiempos de producción estimada de los proyectos o piezas unitarias?
Estamos en el distrito de diseño de Punta del Este y la fábrica en un polo industrial, también en Punta del Este. Los tiempos varían según la escala del proyecto: una pieza unitaria puede demorar dos días pero hay que atender la cadena de orden. Trabajamos para clientes del exterior o turismo cuyas fechas se extienden hacia fin de año con lo que podemos diluirlos en el año, intercalando otros de menor escala. La logística de fabricación y entregas en general es ágil y es parte de lo que nos preocupa mantener.
Algo tradicional como dos o tres placards, una cocina y diez puertas para una casa lleva un promedio de quince días colocado en el lugar. No quiere decir que siempre la entrega sea así ya que depende de la programación pero solemos trabajar de esa forma en la medida que la vinculación con otros subcontratos también lo permite.
¿Cuáles son las obras que más destacas luego de tantos años de trayectoria?
Hemos trabajado para las principales firmas de muebles del Uruguay y para arquitectos más o menos reconocidos. Entre los primeros podemos citar los estudios de Martín Gómez, Marcelo Daglio o Diego Montero. Hemos trabajado para numerosos hoteles o programas variados entre los que podemos citar rápidamente, Las Garzas, Solanas, Hotel Costa Colonia, Bodega Garzón, Cerro San Juan, y proyectos particulares a gran escala para clientes argentinos, en chacras, amplias casas o departamentos. También tenemos en nuestro portfolio varios edificios donde hemos hecho carpintería de madera completa o parcial.
¿Cuál es el diferencial de tu servicio y tus productos en el mercado?
Destacaría varios:
_ La diversificación de opciones: acá pueden encontrarse desde muebles rústicos con madera de demolición a otros con terminaciones laqueadas.
_ Atención personalizada y supervisión de cerca de todo el proceso: con quien tratás es quien controla y se hace responsable.
_ Poder abarcar distintas escalas con igualdad de atención a detalles.
_ Estar atentos a últimas tendencias globales para incorporarlas a nuestras líneas.
El año pasado desembarcaron en Montevideo, contando con una sucursal de la tienda y estudio de Salvador R en la avenida Rivera ¿qué características tiene el local y que productos y servicios podemos encontrar allí?
Queremos mostrar en un amplio espacio esa variedad de estilos y productos que nos caracteriza con un área generosa, incluyendo una sección de outlet para atender pedidos más espontáneos.
No hay productos preferentes o que estén mucho tiempo en oferta, siempre van entrando cosas nuevas y renovando la propuesta con distintas combinaciones y materiales.
Apostamos a que nos conozcan como proveedores no solo de productos sino de servicios, ser un valor en la cadena productiva de los proyectos.