El jardín secreto de Leonardo da Vinci

30/03/2018 | Ciudades

Viste como es…uno trabaja duro todo el día pintando frescos en iglesias y todo lo que quiere es llegar a casa, poder descansar y tomar un buen vino. Así lo entendió Ludovico Sforza, Duque de Milan que en 1495 encargó a Leonardo da Vinci, por entonces de 46 años, «La última cena». Tres años más tarde en pleno proceso de la obra, obsequió su propio viñedo (60x175m) y una casa para descanso, situada frente a la basílica Santa Maria delle Grazie en Corso Magenta 65. El artista, se dice, trabajaba y cruzando la calle tenía su propiedad. Como heredero de una tradición de fabricantes de vino de la Toscana apreció el gesto y vivió allí hasta 1500 en que las tropas de Francia apresaron  a Ludovico y debió marchare de la ciudad, dejando la casa a cargo de dos personas a su servicio. Fue recien en 1519 cuando pudo recuperarla, poco antes de su muerte en que la legó a sus dos colaboradores.

La hoy Casa degli Atellani debe su nombre a que era adjunta a la casa de Leonardo y vivía la Familia Atellani, diplomáticos del entorno de Sforza  que la ocuparon desde el siglo XV.

De esa forma, Sforza cumplía su sueño de consolidar un barrio de Iglesia, Mausoleo familiar y viviendas para sus seguidores más leales.

En 1919 el ingeniero y senador Ettore Conti  se transformó en dueño de la propiedad y encargó a su yerno, el Arquitecto Piero Portaluppi una reforma que implicó la unión de ambas residencias. Luego de la 2a guerra debió ser nuevamente restaurada debido a que había sufrido daños de bombardeos de los Aliados

Para la Expo 2015 se abrió nuevamente la vivienda donde ahora reside uno de los herederos de Portaluppi, el arquitecto y diseñador de interiores Piero Castellini Baldissera quien ha intervenido en forma sutil pero elegante los ambientes del lugar, respetando su esencia y preexistencias.

Comenzó un proyecto gerenciado por la Facultad de Agricultura de la Universidad de Milan y la firma Confagricoltura donde se rescató mediante estudios genéticos y de estudios de cepas la vid original del jardín y se llevó el mismo a su esplendor actual.

Museo Casa degli Atellani, Corso Magenta 65,  Milano    Lunes a Viernes de 9am a 6pm
Fuentes: Elle decor, The Guardian, Fondazione Piero Portaluppi.
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