La obra del legendario arquitecto americano Richard Meier ha inspirado una línea de 12 luminarias, llamada «Richard Meier light», conformando una muestra que se inauguró hace pocos días, el 14 de marzo en la galería Ralph Pucci de Nueva York.
Ana Meier, su hija, y diseñadora industrial especializada en muebles, en colaboración con el Ingeniero de Iluminación Hervé Descottes (fundador de la firma L´Observatoire International) han traducido las líneas y estilo imperantes en la obra de Meier en piezas casi escultóricas de Corian y vidrio soplado. Cada una es una síntesis y reducción en escala de los edificios que llevan su firma y lo han convertido en uno de los arquitectos más reconocidos del siglo XX.
Heredero del lenguaje modernista de Le Corbusier, Meier comenzó su práctica en 1963 y supo ser merecedor del máximo galardón mundial en Arquitectura, el Premio Pritzker, entre muchos otros. Despegándose de escuelas o movimientos y generando un lenguaje propio monocromático y muy reconocible, su obra es simple en cuanto a geometría y líneas rectas imperantes pero compleja si se miran desarrollos de fachadas o recorridos interiores, siempre abiertos al entorno y de ejecución y terminaciones perfectas.
Los nombres de las piezas remiten a la inspiración que las vio nacer: así la lámpara Barcelona recuerda a las líneas sinuosas del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, diseñado por el Arquitecto en 1995, mientras que algunas casas en Fire island, un balneario cerca de Nueva York inspiraron otras.
Ana fue la encargada de dibujar toda la línea, mientras su socio resolvía los detalles técnicos y funcionales y su padre opinaba cuando era consultado. Wonder glass fue la firma encargada de la fabricación, que con amplia experiencia con diseñadores de la talla de Zaha hadid, John Pawson o Jaime Hayon han afinado el delicado equilibrio entre tecnologías de avanzada y procesos artesanales del vidrio característicos de Venecia. Otros componentes de las piezas eran ensamblados en talleres de Brooklyn o California.
El trabajo entre los 3 socios creativos partió no del objeto en si mismo sino de evaluar qué tipo de ambientación o climas deseaban generarse y desde allí concebir la pieza y materializarla. La luz en los edificios de Meier no es un tema menor: los despieces de fachadas, los grandes paños vidriados, los brise soleils generan en los espacios eternamente blancos, distintos paisajes de sombras y luces que aportan calidez o variación a los volúmenes interiores. En los apliques «Cycladic» circulares o cuadrados, dependiendo de la intensidad o dimerización de la luz, cambia la percepción de la forma total de la luminaria.
En Exhibición en : Ralph Pucci International
44 West 18th Street, New York City 10011
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