El Guggenheim de Bilbao cumple 20 años y lo celebra por todo lo alto. Del 11 al 14 de octubre el icónico edificio, obra del arquitecto Frank Gehry se transformó en una instalación artística en sí misma. Las curvas de su fachada en titanio y su atrio vidriado fueron soporte de una proyección mapping para 300.000 espectadores, que, sin costo, disfrutaron de ese espectáculo entre otras 20 atracciones. Esa multitud confirma además el prestigio y el cariño con el que los bilbaínos se han apropiado del edificio.
El trabajo fue encomendado al multipremiado colectivo artístico británico «59 Productions» (quienes se ocuparon entre muchos otros proyectos de las Olimpíadas de Londres de 2012) que durante 20 minutos proyectó con sistemas de última tecnología, 2 décadas de creatividad e historia en el museo, incluyendo el visionario boceto inicial de Gehry, seguido de múltiples texturas, historias y colores.
No estuvieron ausentes la escultura de Anish Kapoor, el cachorro con flores de Jeff Koons o la araña de Louise Bourgeois danzando entre curvas en forma intimidante.
En la producción se usaron 5km de cable de fibra óptica, 120 toneladas de equipos, 160.000 watts de potencia para audio, y más de 1 millón de lúmenes en equipos de iluminación.
Juan Ignacio Vidarte, Director General del Museo Guggenheim Bilbao expresó: «Fue muy importante concebir un evento excepcional para celebrar nuestro aniversario, y compartirlo con la gente cercana, los ciudadanos locales, a quienes tenemos tanto para agradecer con el mensaje de cómo el arte transforma todo y permite cambios extraordinarios como éste. Bilbao es una antes y otra después del museo»
Así lo atestiguan la cantidad de obras de arquitectos de talla internacional que han dejado sus huellas en la ciudad: Arata Isozaki, Norman Foster, Santiago Calatrava o César Pelli, entre otros, como te mostramos en esta nota que realizamos de un recorrido por la ciudad de arquitectura relevante que excede por mucho al museo propiamente dicho. Es un mantra que acompaña la evolución del que ha dado en llamarse «efecto Guggenheim» que se ha sentido más en desarrrollos inmobiliarios cercanos que en el arte en su interior. Parte de un plan de desarrollo de la ciudad que lo ha fomentado, atrayendo turismo para afianzar la economía local.
Como detalle, se distribuyeron entradas gratis a todos los ciudadanos para ingresar al museo sin costo durante las celebraciones.
La revista Surface ha convocado arquitectos de renombre internacional a dar su opinión sobre el «efecto Guggenheim» y éstas son algunas opiniones:
Eric Owen Moss
«Bilbao cambió drástica y absolutamente de forma muy positiva Frank Gehry ha sido el padre de un singular evento en la arquitectura contemporánea que resonará por muy largo tiempo».
Daniel Libeskind «Ese edificio elevó las ambiciones institucionales y movilizó la forma en cómo el público percibe los edificios. Hemos asistido a un renacimiento de la arquitectura desde ese momento, y hay que darle crédito a Frank por ese espíritu pionero. Veo el Guggenheim como un tipo de arquitectura que es arte en sí mismo, lo cual invierte en cierto modo las cosas. Los avances tecnológicos, el uso de distintas materialidades innovadoras en esa época, el software para generarlo ciertamente tuvieron – y tienen- un impacto mundial».
Patrik Schumacher Director Zaha Hadid Architects
«Nos ayudó a ganar competencias con nuestro trabajo, lo cual era poco convencional en ese entonces. Enseguida de su apertura ganamos cuatro o cinco concursos seguidos, donde habíamos perdido diez o quince previamente. La receptividad hacia la arquitectura no convencional emergió desde ese preciso instante. Hoy en día oímos que nos invitan a competencias donde se busca la generación de íconos urbanos que pongan ciudades en el mapa»
Richard Dattner
«Visité Bilbao enseguida de su apertura y es justo decir que fue el edificio lo que me llevó a la ciudad. Sin embargo cabe mencionar que fue la textura urbana, la cultura local, la gente lo que permaneció en mi memoria más que el propio museo.
Cuando cada ciudad tenga su propio Bilbao, junto con su estadio, su centro de convenciones prometiendo ingresos y visitantes seguramente se irá la novedad, y con suerte nos quedaremos con la vibra, la riqueza y diversidad de la dinámica cotidiana….eso espero»
Jurgen Mayer
«La arquitectura se concibe para crear un futuro mejor: económico, espacial, social, cultural o ecológico. Cuando se trata de reactivar un área las expectativas de inyección de energía son altas, y si hay suerte la ciudad no solo gana un buen edificio sino también un lugar donde encontrarse, celebrar o visitar en su diario vivir.
Shohei Shigematsu Socio de OMA
«Sin dudas la contribución es positiva, sin embargo mucho ha cambiado en el mundo del arte en estos 20 años y actualmente el museo-ícono va siendo relegado por la dinámica de las ferias o eventos de arte. Los municipios se dan cuenta que la arquitectura es estática, muchos problemas, muchos costos, y prefieren una carpa de escala amplia antes que una fachada facetada de titanio. En este caso el efecto «Post Bilbao» puede ser el que la arquitectura ya no es capaz de alojar esos intereses contemporáneos del arte más global, itinerante y dinámico».