SAU vs AIA o RIBA: El elefante blanco del que nadie habla.

24/05/2016 | Actualidad

Al día siguiente de obtener el título profesional, recuerdo hice
dos cosas: anotarme en DGI y en la SAU. La primera está fuera de discusión,
pero la segunda me merece -17 años después- eternas reflexiones diarias que
cotejo permanentemente con otros organismos similares, especialmente la AIA de EEUU o la RIBA de Gran
Bretaña. 
                     
Sí: yo siempre mirando para afuera intentando descubrir cómo hacen los
que hacen las cosas bien. Pertenecer a cualquiera de estas dos últimas da
un prestigio y orgullo que se lee en papelería de presentación, currículums
 o comentarios de profesionales de talla internacional. Yo me pregunto por
qué, aunque sea en nuestra escala, acá no sucede lo mismo.
Revisando los eventos y conceptos de la AIA incluida su Convención anual
llevada a cabo recientemente, uno ve las cosas como deberían hacerse. 
Me pueden
escribir contándome todos los logros y virtudes de la SAU que de hecho tienen varios, pero fui socia
durante 15 años y no lo percibí, y eso en sí ya es un problema. Con lo cual quiero enfocarme en lo que hay para mejorar.
Hace dos años, asistí a una charla super interesante de un ejecutivo de
la empresa Gensler organizada por Uruguay XXI en el Club Uruguay en el marco de
Smart Global Services, una división del gobierno que aspiraba a fomentar la
exportación de servicios de arquitectura al exterior. Luego fuimos reunidos en
una instancia más informal para relevamiento de interesados. Allí se nos
explicó que la SAU había sido invitada pero no estaba presente. De los 50 que
éramos no quedó uno sin expresar enojo, resentimiento, desencanto y frustración
por pertenecer a un colectivo que hacía tan poco por sus asociados. Ahí constaté
que lo que yo pensaba era compartido por muchos y decidí actuar en
consecuencia. 
Escribí una carta dirigida al presidente de ese entonces, comentándole
el incidente, dándole mi visión de necesidades que no veía cubiertas, y
constructivamente, trasladé  una serie de acciones que me gustaría ver
reflejadas y no llegaban nunca. 
Pasó un mes, dos, tres… nada. 
Al poco tiempo se llevó a cabo el concurso del Antel Arena, y más allá
de la polémica general que lo envolvió, ciertos detalles imperceptibles para el
público en general resultaron frustrantes para nuestro colectivo: que tres de
los cinco finalistas tuviesen vínculos directos por talleres de facultad o de trabajo
con intergantes del jurado, o que de los últimos cinco concursos de
grandes obras celebrados se reiteraran algunos estudios en la grilla de premios. 
Al trasladar a la SAU esa inquietud, por escrito al mismo destinatario anterior,
 en virtud de que avalan los resultados o respaldan los procesos, la
respuesta fue la misma: nada.
Al tercer mes sin respuesta, escribí una tercera carta, esta vez con mi renuncia
y solicitud de baja. 
Argumenté con la autoridad que me conferían 15 años de
socia, que entendía había funciones que no estaban cumpliendo, la mínima es
contestar una carta o inquietud  de un asociado, de allí para abajo
ennumeré unas cuantas más.
Pasaron unas pocas horas… y me llamaron por teléfono. 
Que alegría, pensé, me van a citar a una reunión. Pero no. Tras una hora
enfrascada en argumentos defensivos del secretario de la SAU (quien llamó en
nombre del presidente que nunca contestó personalmente ni por escrito nada de
lo planteado) y tratarme de paranoica, confirmó mi decisión ya tomada de
borrarme del padrón de socios. 
La novedad es que al darme de baja no pasó nada: fue lo mismo pagar la
cuota que no, ser socia que no, síntoma de una gestión deficiente. 
Las iniciativas loables como la de voluntariado a zonas de desastres como Dolores, iluminar monumentos recién difundida,
o la organización de visitas a edificios emblemáticos, quedan diluidas en un
mar estático de otras prioritarias que nunca ven la luz.
Que no sepan asesorar sobre protocolos de actuación internacional y que
publiquen aranceles de honorarios que hay que tomarse 2 horas para interpretar, ayudan a no extrañar la membresía.
_ No proponen espacios de interacción entre profesionales de distintas
generaciones, áreas de actuación, etc.  No hay NINGUNA red social operativa a nombre de SAU. Si una de maldonado especificamente en FB.
_ Se premia efusivamente con cenas y medallas la cantidad de años de
profesión pero no a la calidad de logros o trayectoria.
_ Las charlas son siempre las mismas: patologías estructurales, o inicio
a la actividad profesional, pero muy poco de otros ámbitos. De hecho, por
ejemplo, hay un abogado consultor pero  jamás se usó para dar charlas
sobre temas que preocupan en general.
_ La elaboración de documentos clave en gestión de un estudio como
aranceles de honorarios o contratos profesionales se publican algún día
pero jamás se actualizan o mejoran, con lo que van perdiendo su utilidad
verdadera.
_ Los recursos intrínsecos se desaprovechan: las charlas con
profesionales de alta trayectoria o empresas vinculadas, no se ven más que
mediante encartes en la revista mensual. Se sabe cuántos m2 en permisos de obra
ingresaron algunos estudios pero ninguno comparte esas experiencias  con
colegas, al menos las que merezcan cierta trascendencia por calidad o cantidad.
_ No se escuchan inquietudes de socios ni se cambia el modelo de
gestión. Sólo emiten comunicados directos una vez al año en época de elecciones,
lo cual indigna aún más.
_ No participan activamente de la defensa de la actividad profesional
frente a la comunidad, ni del patrimonio ciudadano. (Por ej. La
declaración de Afe 
llegó 1 mes después de un
artículo nuestro
, que publicamos al día siguiente del pronunciamiento de la Corte
Suprema.)
_ En la página Web las restricciones de difusión de datos impiden
acceder a nombres de profesionales asociados, y por consiguiente no sirve como
herramienta de difusión al público en general. (Es tan fácil como NO poner el link en los que No les interesa se difundan sus datos) 
_ Jamás se hacen seminarios relacionados a gestión financiera o
comercial de estudios: tal parece que la SAU nos imagina a todos en relación de
dependencia.
Por contraste entre otras cosas;
_ En la página de la AIA «Find an architect» salen todos los
profesionales, desglosados por zonas geográficas, ciudades y tipos de proyecto con todos los datos de contacto.
_ «Contract documents» es una sección
maravillosa que alberga 100 modelos de documentos desde permisos, contratos,
aranceles etc. todos actualizados, ordenados y editados prolijamente. Te los
venden con un costo irrisorio y envían por correo o se descargan online.
_ Organizan talleres con acento en gestión empresarial. Creen en la
construcción de empresa además de edificios, con lo que se puede encontrar
cursos como “Nuevas estrategias para gestionar tu negocio” o «Guía
esencial para documentos para estudios de pequeña escala» , «Mini MBA
para jóvenes profesionales», «Propiedad intelectual»  o
«Innovaciones en arquitectura en la era de la economía digital»
Reed Insight and Community
_ La AIA organiza conferencias anuales con mega exposiciones de
proveedores, firmas, materiales nuevos, y charlas con profesionales directos e
inspiradores. Desde «concursos de arquitectura con latas de refrescos» o Canstruction a muchas otras actividades.

En esta edición los ponentes incluyeron luminarias como  Rem
Koolhaas opinando sobre las ciudades del futuro, y la conocida actriz Julia
Louis Dreyfuss (Seinfeld Show) contando sus puntos de encuentro entre
arquitectura y la interpretación artística, un cruce entre distintos
andariveles de la sociedad. 
 

Acciones en escuelas para introducir conceptos de arquitectura desde primeros años…o competencias para jóvenes profesionales, experimentar con tcnicas y conceptos distintos o diseños de vidrieras comerciales. Esto último también lo hace la RIBA en Londres y se lo contamos acá.

__ Hacen sondeos de opinión de asociados, empresas del rubro, y análisis
de factores que afectan el mercado de acción profesional.
_ Promueven la excelencia y reconocen logros profesionales mediante
programas de premios (no sólo a cantidad de años como socios sino a la
calidad de sus aportes a la profesión, para veteranos y para emergentes
)
_ AIA Member Groups nuclea profesionales con similares intereses que
comparten inquietudes o consultas. 
_ Promueven el sentido de comunidad mediante intercambios y difusión a
través de redes sociales (Facebook, Twitter, Pinterest, Instagram, Linkedin todos operativos)
_ Difunden lo nuevo y
lo mejor: Normas LEED, resiliencia, gestión de empresas, etc.
_ Y por si fuera poco…tienen su propio «Store» , incluyendo libros de nociones de arquitectura, patrimonio y construcción para niños! 
 
Goodnight, Goodnight Construction Site
No sólo en el gobierno hay entidades
que pueden y deben rendir más, a nivel privado y corporativo a veces se
adormecen ciertos mecanismos de innovación y eficiencia de instituciones que dejan
de ser representativas de sus asociados. 
Porque si no lo decimos un poquito más alto no se acusa recibo del problema y no se trabaja en mejorar.
Está en nuestras manos exigir servicios contra cuotas, o no aceptar la
desidia  por inercia. 
La respuesta (así como la capacidad de mejora) está
a nuestro alcance, claro, del que quiera ver… y hacer.
PD: El blog da la posibilidad de comentar con nombre o anónimo. A los efectos de hacerlo más constructivo, sería útil saber si es un sentimiento compartido por varios o la mía, una excepción a la regla.
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