Samuel Flores Flores: un legado excepcional que crece en distintos formatos
En los últimos años, la casa Poseidón, obra del Arquitecto Samuel Flores Flores ha estado en innumerables titulares de medios. La compra de la vivienda para realizar un desarrollo inmobiliario (Poseidón Laguna) que inicialmente no la incluía en el proyecto, causó revuelo desde el propio autor de la casa que alzó su voz proponiendo proyectos alternativos que la rescataran para el uso colectivo de la copropiedad a miles de la opinión pública general que opinaron sobre el valor de la casa.
Fueron meses donde un bien (que no está listado como de interés patrimonial), elevó su perfil de popularidad y valorización como ícono de bienvenida al balneario y como testimonio de una época de innovación y experimentación que hoy no abunda.
Coincidente además con el fallecimiento del Arquitecto Flores, sobrevinieron días de debates, de valoración de la obra de Flores en general y de las opciones que había para la casa en particular.
Hacia finales de 2018, trascendió que el propietario actual, Jorge Fainzaig presentó un nuevo proyecto del Estudio MRA+A que incluía la vivienda como club house del complejo, dotándolo de esa forma de un espacio singular y diferencial con respecto a otros desarrrollos en construcción en el balneario. Un final feliz más que bienvenido, donde el propietario manifestó su satisfacción de haber podido interpretar el valor de la vivienda para conservarlo, la familia mantiene el legado vigente y la ciudad sin dudas gana un ejemplo de interacción público-privada donde se respeta e integra un bien emblemático de la ciudad.
También en ese período inmediato a fallecimiento del arquitecto, se continuó el proceso de legado del archivo del Estudio al Instituto de Historia de la FADU. Fue un deseo de Samuel que inicio en vida y su viuda Magdalena Arocena, junto a su hija, Magdalena Flores continuaron hasta concretarlo.
El Instituto de Historia será, de esa forma el tutor y encargado de gestionar el acervo con miras a la publicación de un libro y el montaje de una exposición retrospectiva en el CCE, en mayo del 2020.
El pasado 7 de enero, en una ceremonia emotiva, en la propia y renovada casa Poseidón se firmó el acuerdo entre la Facultad de Arquitectura, diseño y urbanismo, representada por el decano, Arq. Marcelo Danza y la familia Flores Arocena.
Danza subrayó el valor de este tipo de iniciativas y el responsable del IHA Emilio Niscivoscia se explayó sobre referencias y contexto internacional para valorar la obra de Flores. Magdalena su hija transmitió con emoción algunas de sus vivencias desde pequeña acompañando a su padre como profesional y hombre comprometido, así como su nieta Meghan que a pesar de vivir en el exterior ha incorporado a su identidad el legado humano y profesional de su abuelo.
No faltaron muestras del respeto y admiración que cultivó en su trayectoria. Sus colaboradoras de toda la vida en sus oficinas en Montevideo y Buenos Aires dejaron claro que su compromiso con la excelencia y la arquitectura hecha a medida sin manuales ni caminos cortos fue una constante, salpicada por una bonhomía singular mientras que sus vecinos de la zona de Punta Ballena también compartieron anécdotas de su actividad defendiendo un concepto de ciudad que peligra si no se participa activamente en su resguardo..
……………………………………….
¿Por qué tiene valor la obra de Samuel Flores en general y la casa Poseidón en particular?
Según el dossier del IHA- FADU: «En más de medio siglo de ejercicio profesional, Flores logró construir una obra sólida y consistente. Su actividad se mantuvo mayormente vinculada a residencias unifamiliares de gran escala, obteniendo espacios introvertidos y superconfortables para un selecto número de clientes que buscaban distinción y aislamiento. Sus casas expresan la convicción de que no hay comportamientos promedio, necesidades promedio ni familias tipo, y por lo tanto, el arquitecto no puede dar respuestas estándar.
Por otro lado, su forma de trabajar revistió criterios fuertemente artesanales. Utilizó la maqueta como principal herramienta creativa, modelando con sus dedos la arcilla para dar lugar al espacio habitable. Actuó como un artista y su estrategia proyectual puede entenderse como resistencia frente a la masificación del primer balneario del sur continental.»
«Desde las casas realizadas entre 1965 y 1981, caracterizadas por blancos muros espesos y aristas romas, pasando por la arquitectura de ladrillo de los 90, hasta la más reciente depuración y simplificación de los recursos figurativos.
En sus casas las escultóricas masas albergan ámbitos introvertidos, vinculados por claustros abiertos al cielo que invitan al recorrido ritual.
La obra de Flores forma parte de una corriente con pocos ejemplos en Uruguay y por tanto, su estudio permite comprender una porción apenas explorada de la producción local. Su arquitectura expone vínculos con la de Joel Petit de la Villeon y la liderada por los argentinos Claudio Caveri y Eduardo Ellis. Manifiesta la presencia de la arquitectura de impronta mediterránea, la herencia de Antonio Bonet y del GATEPAC, abonada por la difusión de la arquitectura popular de Ibiza y decantada por las novedades de Le Corbusier y Alvar Aalto.
Expresa también un gusto influenciado por el primitivismo de Gio Ponti en la revista Domus, Bernard Rudofsky, el último Le Corbusier, el Team X y por la reivindicación del Casbah llevada adelante por Geoges Candilis.»
Imágenes extraídas de la presentación del Arq. Emilio Niscivoscia en ooportunidad de la firma del acuerdo entre la Familia Flores Arocena y la FADU
«Por su relevancia, los proyectos de Flores han sido presentados mediante reproducciones en dos eventos internacionales. En 2014 formaron parte de La Aldea Feliz, el envío para el Pabellón de Uruguay en la Bienal de Arquitectura de Venecia, y en 2015 se incluyeron en la exposición Latin America in Construction: Architecture 1955-1980 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York».
¿En qué consiste el acervo trasladado a FADU?
«En los últimos años, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) viene realizando de manera sistemática la divulgación de la obra de los arquitectos uruguayos. Cuenta para ello con un singular acervo integrado por más de 50.000 planos y otros documentos originales que se conservan en el Instituto de Historia de la Arquitectura (IHA).
A comienzos de 2018 Madgalena Arocena y Magdalena Flores Arocena efectuaron al IHA la donación del archivo privado de Samuel Flores Flores con fines vinculados a la investigación y la difusión pública.
Con esta acción daban cumplimiento a los deseos del arquitecto y abrían formalmente los estudios académicos sobre su dilatada trayectoria profesional.»
…………………………..
«El conjunto recibido está integrado por distintos documentos. Incluye aproximadamente 10.000 bosquejos y planos arquitectónicos de 200 obras realizadas en Montevideo, Maldonado y Buenos Aires, fotografías de diversas dimensiones en color y blanco y negro sobre distintos soportes, papel, negativos y sobre bastidor. Especial importancia revisten las pequeñas maquetas de estudio en arcilla y las maquetas de cartón de gran formato. Contiene además cartas, manuscritos, films, grabaciones, libros y revistas que formaron parte de su biblioteca personal.»
………………………….
¿Qué actividades se realizarán con este material?
«Básicamente se programan un inventario general, una exhibición y un libro.
En febrero de 2018 comenzaron en el IHA las tareas de clasificación e inventario del fondo recibido, imprescindibles para el posterior uso de los materiales. La FADU se propone ahora un primer trabajo de investigación, asumiendo la responsabilidad de exhibir al público general y especializado parte de los documentos originales que conserva. La muestra tendrá lugar en Montevideo en el Centro Cultural de España (CCE), se abrirá en mayo del 2020 y podrá visitarse durante tres meses.
Un libro de 300 páginas acompañará la exhibición. Estará compuesto por una biografía razonada de Samuel Flores y relatos que coinciden con los materiales que articularán la muestra. La realización de los contenidos de la muestra y del libro estará a cargo del equipo curador integrado por profesores de la FADU. Las imágenes serán reproducciones de los documentos conservados en el archivo y nuevas fotografías, responsabilidad del fotógrafo de arquitectura más relevante a nivel latinoamericano: Leonardo Finotti (San Pablo, Brasil).
Contendrá las presentaciones por parte del decano, el Arq. Marcelo Danza y del director del Centro Cultural de España, Ricardo Ramón. Los artículos de dos invitados, el Dr. Arq. Joaquín Medina Warmburg (Colonia, Alemania) y la Dra. Arq. Marisa García Vergara (Barcelona, España) le darán a la obra de Flores un pertinente encuadre internacional.
La cubierta del libro será en tapa dura con cubierta envolvente en papel de 170 g impreso a 4 tintas + laminado mate. El formato será de 30 x 30 cm, el papel interior será coteado de 130 g impreso a cuatro tintas (CMYK) más barniz al agua. El encuadernado será cosido a hilo y pegado.
Estará acompañado por un estuche con golpe en seco, laminado soft-touch, formato 30.5 x 30.5 x 2 cm.»
¿Quiénes gestionarán y seleccionarán los documentos para el libro y la exhibición?
«El equipo curador de la FADU es responsable de la generación de todos los contenidos de la muestra y el libro. Está dirigido por los arquitectos Emilio Nisivoccia y Mery Méndez, profesores agregados del IHA.
Emilio Nisivoccia es arquitecto y Profesor Agregado de la Cátedra de Proyectos de Arquitectura del taller dirigido por Marcelo Danza y del Instituto de Historia de la Arquitectura. Ejerció como Director Ejecutivo del Instituto entre 2015 y 2017 y actualmente es responsable de investigación. Es miembro del grupo “Arquitectura y producción. Estudios sobre Arquitectura Moderna en Uruguay” y docente en los cursos de Historia de la Arquitectura de los siglos XX y XXI, e Historia de la vivienda social.
En 2014 fue Curador de La Aldea Feliz y en 2010 de 5 narrativas, 5 edificios, dos muestras enviadas en representación de Uruguay a la XIV y XII Bienal de Arquitectura de Venecia. En los últimos años se desempeña como redactor de la revista Vitruvia y también fue redactor de contenidos de la Revista de Facultad de Arquitectura nº13 de 2015, dedicada al centenario de la institución.
Mery Méndez es arquitecta y magister en historia de la arquitectura por la Universidad Torcuato Di Tella. Es Profesora Agregada en el Instituto de Historia de la Arquitectura donde se desempeña como responsable de investigación. Es miembro del grupo “Arquitectura y producción. Estudios sobre Arquitectura Moderna en Uruguay” y docente en los cursos de Iniciación a la Arquitectura, Historia de la Arquitectura de los siglos XX y XXI, Historia de la Arquitectura en Uruguay y Pensamiento y proyecto en Uruguay. Publicó Divinas Piedras. Arquitectura y catolicismo en Uruguay, La Aldea Feliz. Episodios de la Modernización en Uruguay con Jorge Nudelman, Emilio Nisivoccia y Santiago Medero y Polémicas de Arquitectura en el Uruguay del siglo XX con Elena Mazzini, además de varios ensayos en revistas locales y extranjeras.
Ambos investigadores poseen una amplia experiencia en publicaciones y exposiciones, siendo sus realizaciones más destacadas la exposición y catálogo Mario Payssé o el arte de construir, exhibida en el Museo Juan Manuel Blanes en 2017, La Aldea Feliz. Episodios de la Modernización en Uruguay, exposición y publicación presentada en la XIV Bienal de Arquitectura de Venecia del 2014 y luego reformulada para su presentación en Uruguay en 2015. Fueron curadores de la Revista de la Facultad de Arquitectura número 13 (2015), publicación homenaje por los cien años de la creación de la Facultad. Méndez fue comisaria del envío uruguayo para la exposición Latin America in Construction, 1955-1980 en The Museum of Modern Art, Nueva York, en el año 2015.»
¿Qué se requiere para hacer viable el libro y la exposición?
«Existe un plan de Patrocinio que contiene objetivos, mecanismos y contrapartidas establecidos.
Los investigadores que participan de las tareas son docentes de la FADU, por tanto su dedicación horaria se encuentra financiada por el presupuesto anual e incluido en el plan de trabajo del IHA.
Mediante un llamado a licitación pública la FADU se designó como gestor al Sr. Mario Bellón. Tendrá a su cargo la captación de las donaciones, utilizando los mecanismos usuales previstos por la Institución.
Se establecen dos tipos de patrocinio: de empresas o de particulares.
1- Las empresas podrán ser patrocinantes de este proyecto mediante el sistema de donación con devolución de impuestos según la Ley 18.083.
Las donaciones que las empresas contribuyentes del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas e Impuesto al Patrimonio realicen a la Universidad de la República gozarán del siguiente beneficio: El 75% del total de las sumas entregadas convertidas en UR (unidades reajustables) a la cotización de la entrega efectiva de las mismas, se imputará como pago a cuenta de los tributos mencionados. El organismo beneficiario expedirá recibos que serán canjeables por certificados de crédito de la Dirección General Impositiva, en las condiciones que establezca la reglamentación. El 25% restante podrá ser imputado a todos los efectos fiscales como gasto de la empresa. El resultado final es que efectivamente la empresa patrocinante invertirá un 18.75% del total aportado.
2- Los familiares y amigos de Samuel Flores serán patrocinantes particulares.
En principio tendrán dos categorías de aporte, Patrocinante Oro (2000 U$S) y Patrocinante Platino (5000 U$S). Otros montos podrán ser acordados con el Sr. Mario Bellón en forma personal (00598 94616697- dmasbcomunicación@gmail.com).
Si así lo desean, los nombres de todos los patrocinantes serán incluidos en el libro y en la muestra. Las empresas aparecerán representadas con su logo y razón comercial. Todos los patrocinantes de este proyecto recibirán como contrapartida un libro o el número de ejemplares que resulten de los acuerdos realizados por el gestor.»