Se acaba de terminar la semana de las ferias de arte de Miami, uno de los eventos más llamativos del mundo del arte contemporáneo y que ha cambiado, entre otras cosas, el perfil de una ciudad.

En la primera semana de diciembre, todo pasa alrededor del arte al sur de la Florida. Más de veinte ferias se desarrollan en simultáneo, todos los museos presentan una muestra para la ocasión, se abren las puertas de las colecciones privadas, las fiestas reúnen a coleccionistas, artistas y galeristas con un brillo y un glamour hollywoodiano.

Art Basel es la madre de las ferias, en el Centro de Convenciones, es un referente imperdible.

Untitled es una feria que se distingue por su curaduría, una mega carpa en la playa, con galerías de todo el mundo y un público totalmente internacional.

Scope, otra gran carpa en la playa, tiene un público norteamericano y un nivel un tanto desparejo, vemos stands con obra muy buena y otra que no parece tener un criterio, buena de todas maneras.

Pinta es una feria 90% latinoamericana, este año lucía mucho más curada e interesante que en ediciones anteriores. Hay más, muchas más, y con público que hace cola para entrar.

Aparte las ferias, a destacar los museos, como The Bass, una pequeña joya en pleno Miami Beach. Y también como novedad, hace pocos días se inauguró el Atchugarry Art Center, un fantástico espacio que comparte la Fundación Atchugarry con la galería Piero Atchugarry. La Fundación presentó una espectacular muestra de José Pedro Costigliolo, “La vida de las formas”, curada por Enrique Aguerre.

Mientras tanto en Uruguay el arte también se mueve.

En el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC) el viernes 7 de diciembre se inauguró y estará en muestra hasta el 17 de marzo, la exposición de las obras seleccionadas y ganadoras del Premio Nacional de Artes Visuales en su edición número 58, que este año lleva el nombre de Linda Kohen. Merecido homenaje a esta enorme artista que hoy, a los 94 años, continúa trabajando e investigando en la pintura.

Este concurso se realiza cada dos años, a través de una convocatoria a nivel nacional.
De las obras seleccionadas, que integran el Salón, algunas son premiadas con premios adquisición.

El Premio Nacional se realiza desde el año 1937, cuando se llamaba Salón Nacional de Bellas Artes y comprendía las categorías de pintura, escultura y grabado. Desde esta primera ocasión, con variaciones en su organización y en la modalidad, hasta el día de hoy se han realizado 58 ediciones. Desde el año 2006 lleva el nombre actual, Premio Nacional de Artes Visuales y se realiza en forma bianual, comprendiendo un más amplio espectro de los medios de expresión artística contemporáneos.

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Es importante pensar la relevancia que tiene este premio, no solo para los artistas que puedan resultar seleccionados y premiados, sino para todos nosotros, ya que esta es una de las maneras en que se forma el acervo y la historia del arte nacional.  No es una responsabilidad menor.

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En esta oportunidad, el jurado estuvo integrado por Eloísa Ibarra, Ana Laura López de la Torre y Pabló León de la Barra.

Los artistas seleccionados fueron: Javier Bassi; Luis Pedro Díaz; Olga Bettas; Candela Bado; Martín Pelenur; Sebastián Blanco; Jorge Mato; Tali Kimelman; Germán di Pierro; Nicolás Branca; Santiago Velazco; Seida Lans; Florencia Flanagan; María Agustina Fernández; Luciana Damiani; Emilio Bianchic; Rita Fisher; Liliana Farber; Matilde Campodónico; Sergio Blanco; Manuela Aldabe; José Eliseo Gómez; Juan Manuel Rodríguez; Diego Villalba; Javier Abreu y Juan Manuel Ruétalo.

Como ganador del Premio Nacional Adquisición fue elegido Emilio Bianchic, con su obra Crossfit, una videoperformance del 2017.

Además del premio principal, se otorgó el Primer Premio Adquisición 180 años de Museos en Uruguay a la obra 5 retratos digitales, de María Agustina Fernández Raggio. El segundo premio fue para Novus, de Rita Fischer, y el tercero para Ella tiene veneno, de Germán di Pierro.

El premio de Pintura Julio Alpuy fue para Esta mujer, de Seida Lans, mientras que el premio Fondo Santiago Achugar quedó desierto.

Es muy interesante el ejercicio de ver todas las obras seleccionadas juntas y tratar de entender las decisiones del jurado.

Me resulta difícil compartir la elección del premio nacional al video Crossfit. Si bien como dice el propio Bianchic en su página web, “su obra examina la generación de identidades y su producción e inoperancia en el mundo real y virtual”, tema que me resulta a priori interesante, pero que el video presentado –junto a otros elementos que conforman una instalación- no logra colmar.

Por otra parte, cuestiono si no habría que revisar las bases del llamado a concurso, que indican que las obras presentadas no pueden haber participado en certámenes nacionales o departamentales, pero, sin embargo, dejan abierta la posibilidad de presentar obras, como la ganadora del otro Premio adquisición, 5 retratos digitales, realizada en el 2016 para la III Bienal de Montevideo que se realizó en el Palacio Legislativo, una obra ya elegida y financiada por una institución como la Bienal.

La misma artista, Fernández Raggio, fue ganadora del Premio Nacional en el 2014 con su obra Miniatura, Banda Presidencial, obra compuesta por tres piezas: 1 banda presidencial en miniatura bordada por la artista; 9 cuadros donde se enmarca el proceso de aprendizaje del bordado y 1 video donde se ven las clases de bordado que recibió la artista de la Hermana Lourdes, de 89 años, quien le va trasmitiendo sus conocimientos y oficio.

Esta obra, muy polémica en su momento, muestra un trabajo delicado, que se destaca por tratar desde la intimidad un tema aparentemente menor. No quedan afuera las lecturas políticas que pueda tener. En 5 retratos digitales retoma el argumento desde las bandas presidenciales, haciendo retratos en formato de video, de los cinco presidentes elegidos en Uruguay desde el retorno a la democracia.

Se siente un desborde de oficialismo.

De las seleccionadas hay obras que se destacan por su propuesta, su factura y su base conceptual.

Una buena oportunidad para ver algunas de las obras de Linda Kohen.

Vale la pena tomarse el tiempo de ir a disfrutarlas y sacar las propias conclusiones.

Por: Mercedes Sader

Mercedes estudió curaduría y crítica de arte en Node Center for Curatorial Practices en Berlin y en Sotheby’s Institute of Art.  Es miembro de ICI (Independent Curators International), Productora de cine y Directora de Black Gallery, galería de arte contemporáneo, Pueblo Garzón, Uruguay.