Olafur Eliasson lleva icebergs al centro de Londres
El artista Olafur Eliasson y el geólogo Minik Rosing son los responsables de la muestra «Ice Watch», un grupo de 24 bloques de hielo frente al edificio de la Tate Gallery en Londres.
Los bloques fueron rescatados del fiordo de Nuup Kangerlua en Groenlandia, luego de desprenderse de la capa de hielo.
Es un hecho que como resultado del calentamiento global, aumenta la generación de icebergs, contribuyendo a elevar el nivel del mar.
Al momento de ser instalados cada bloque pesaba etre 1,5 y 5 toneladas. La energía necesaria para llevarlos a Londres es equivalente a la generada por una persona volando desde Londres al círculo polar Artico si deseara comprobar in situ el derretimiento de los hielos.
Olafur Eliasson y Minik Rosing esperan que más personas coprendan la realidad del cambio climático al visitar la muestra. Aunque muchos hemos visto fotografías de las capas de hielo derritiéndose, rara vez se experimenta en estas condiciones. Este fenómeno de pérdida de espesor de capas de hielo se da en una cantidad estimada de entre 200 y 300 billones de toneladas cada año y se esperan aumentos exponenciales en los próximos años.
Trayendo los bloques a la ciudad y componiéndolos cual antiguo círculo de piedras, al estilo de Stonehenge, los creadores permiten interactuar, tocar, oler, y recorrer los bloques. La exhibición está auspiciada por Bloomberg Philanthropies
Right now outside @Tate Modern! #icewatchlondon pic.twitter.com/Ig9xyg8tWD
— StudioOlafurEliasson (@olafureliasson) December 12, 2018
Public art reminds us that it’s possible to think differently and boldly. With #COP24 underway in Poland, our hope is that #IceWatchLondon, a public art piece by @OlafurEliasson with support from @BloombergDotOrg, will inspire new action on climate. https://t.co/FhikCUzM7v pic.twitter.com/nDhq4y6nIw
— Mike Bloomberg (@MikeBloomberg) December 11, 2018
La opinión personal de Fernanda acerca de la muestra:
«Es muy tentador como invitación a percibir. Todo el mundo tocaba los hielos, grandes y chicos. Más allá del interés turístico que estos eventos tienen para sacar fotos y reproducirlas hasta el cansancio en redes (lo cual genera difusión exponencial para la ciudad) es estimulante también para la población local. Así te imaginas lo que es en un paseo normal de rutina, encontrar esos estímulos y novedades en tu ciudad y lo que significan esos polos culturales y turísticos como renovación, lo dinámico de las propuestas que pueden ofrecer.
Cualquier tema que das en la escuela se redondea y dirige a los chicos para alguno de los museos y hay un complemento infinito y de calidad. Hoy fui a escuchar al guía de la National library quien ante una obra de Botticelli, una visitante (de marcado acento británico) planteó algo que pensaría sobre si lo tuviera en su pared. Y al final de la explicación, el guía le dijo, tocando la pared, que esta era “su” pared, a pesar de que no podía llevárselo.»