Con un proyecto público-privado que representa un reto en materia de ingeniería, arquitectura, diseño y tecnologías constructivas, Noruega se propone transformar su sistema de transporte carretero y marítimo. La iniciativa incluye un túnel sumergido a 30 metros de profundidad, nuevas carreteras que atraviesan cadenas montañosas y el primer túnel del mundo para barcos comerciales y turísticos de gran escala.

El eje principal del proyecto contempla la construcción de dos túneles flotantes submarinos, conectando las ciudades de Kristiansand y Trondheimcon, ubicadas al norte de Noruega. Ambos túneles, uno en cada dirección, no solo transformarán el transporte de la región, sino que también marcarán un hito en la infraestructura global. Las obras están valuadas en 25.000 millones de euros y prevén comenzarse a fines de 2025, quedando operativas una década después.

El objetivo por parte del Departamento de Transporte de Noruega es abordar las dificultades que presentan los fiordos en términos de transporte, especialmente en invierno, cuando las condiciones meteorológicas extremas congelan las carreteras.

Actualmente, recorrer el trayecto entre ambas ciudades requiere hasta 21 horas, debiendo tomarse hasta siete ferrys. Esta propuesta busca una alternativa que permita a los usuarios complementar el amplio sistema de transporte marítimo que comunica la región occidental de los fiordos.

Como respuesta a esta necesidad, la nueva infraestructura permitirá reducir el tiempo de viaje a 10 horas, facilitando enormemente el transporte terrestre y reduciendo la dependencia de los ferrys. A su vez se espera agilizar la economía: el 57 % de las exportaciones noruegas proviene de la región occidental y se estima que esta autopista permitirá reducir a la mitad los costos de transporte de mercancías.

Los túneles estarán formados por tubos de hormigón conectados entre sí y apoyados en estructuras flotantes visibles desde la superficie, anclados al fondo del mar mediante cables para asegurar su estabilidad.

Cada túnel contará con una autopista de dos carriles y también se incluirán carriles para bicicletas. El interior tendrá el mismo aspecto que una autopista corriente, con salidas de emergencia, sistema de iluminación y ventilación de última generación.

Además de la construcción de estos túneles submarinos, el proyecto supone la modernización integral de la carretera que atraviesa la costa occidental de Noruega. Para esto se están planificando nuevos puentes y túneles de montaña que completarán la red vial y conectarán mejor los fiordos.

Otra arista de la transformación del sistema de transporte noruego es el diseño de un túnel para barcos de carga, pesca y recreo que cruzará la península de Stad. Esta pieza tendrá 1.700 metros de extensión y ofrecerá una ruta segura por una de las zonas más peligrosas para la navegación debido a sus condiciones meteorológicas.

La gestión de esta construcción está a cargo de la Administración Costera de Noruega y de la etapa preliminar del proyecto participó el reconocido estudio de arquitectura noruego Snohetta, al que se le encargó el diseño de las entradas del túnel con la consigna de fusionarse con el paisaje natural circundante.

Este túnel será una obra monumental y constituirá el primero para barcos de gran escala: sus dimensiones interiores serán de 50 metros de altura por 36 metros de ancho, lo que permitirá el paso de grandes embarcaciones y hará definitivamente más eficiente el tráfico marítimo.

La entrada al túnel estará controlada por un sistema de semáforos. El plan es que la excavación se realice a través de plataformas de perforación subterráneas y plataformas de paletas. La construcción del túnel probablemente implicará la eliminación de algunos edificios y aproximadamente tres millones de metros cúbicos de roca. La Administración Costera de Noruega dice que la estructura terminada será similar a «un pasadizo de montaña grande y largo». Si bien es probable que el túnel atraiga la atención de los entusiastas de la infraestructura de todo el mundo, el objetivo principal del túnel es simplemente hacer que el tránsito por el mar de Stadhavet sea «seguro» y «predecible». No será posible caminar por el túnel a pie, por lo que si estás intrigado por conocerlo, ir en barco será la única opción. 

Los escombros extraídos de la excavación de montaña sólida, equivalentes a 5 millones de metros cúbicos, serán utilizados para construir muelles, rompeolas, puertos, ampliación de fábricas y otros proyectos comerciales de alrededores.

No es la primera vez que Noruega es noticia por sus innovaciones en infraestructura. Actualmente, el país cuenta con el túnel de carretera más largo del mundo en la localidad de Laerdal. Con unos 24,5 kilómetros de longitud, conecta con Aurlud y cuenta con un atractivo diseño de luces y cuevas interiores para evitar que los conductores se estresen durante el viaje.

Fuentes: BBC, Visión marítima, CNN,