» No construyo para tener clientes sino que tengo clientes para construir»
Gracias al amigo y colega Alvaro Ginel que me la recomendó fervientemente, hoy tuve la oportunidad de conocer un clásico del cine que luego de verlo, adhiero a la sugerencia. El Manantial.
No tiene sexo, drogas y rocanrol, no hay efectos especiales, es en blanco y negro, muy pocos actores , el doblaje español le quita cualquier atisbo de espontaneidad, es casi un teleteatro, y aún así…está muy buena!
En su defensa hay que decir que invita a reflexionar como pocas, que trata sobre ceder o no en compromiso con valores y en conformidad de los clientes, de cuán auténtico se puede ser a costa de miles de obstáculos, y de realidades que van más allá de la profesión sino en como se comporta un ser humano frente a condicionantes de la sociedad.
Es un tema universal y actual como ninguno, nos pasa a todos, y las carreras profesionales son el resultado de esas sumas de decisiones en la vida.
Howard Roark (Gary Cooper) es un arquitecto vanguardista, ávido de romper con todo lo hecho hasta ahora en los terrenos de la arquitectura. (Incluso hasta llegar a trabajar en una cantera de piedra antes que ceder en sus convicciones) . Dominique Francon (Patricia Neal) es una columnista del periódico The Banner de New York que también ama la individualidad y todo lo que libere al hombre de la esclavitud de las ideas. Juntos, pero «separados», iniciarán una guerra contra el mundo de lo convencional.
Ayn Rand, autora del libro, fue filósofa, escritora y estadounidense de adopción, con una obra de rotundo éxito extendido a lo largo de las décadas . Reivindica una ética , cuya meta es la excelencia, como felicidad personal. «Que el hombre pueda escoger sus valores y tener la libertad de alcanzarlos», decía Rand. Promueve el laissez faire económico y el egoísmo como motor de iniciativa, con Adam Smith y Locke de referencia ineludible, de toda la tradición liberal americana, que sigue llenando plazas con manifestaciones en un sentido y otro.
En la mejor de las lecturas, invita a vivir con valentía para uno mismo,peleando por lo que uno cree , respetando la posición ajena.
En la filmación de la película, la autora, haciéndole honor al personaje, no permitía ninguna salida del libreto sin su autorización, en una época donde los estudios se tomaban todo tipo de licencias en cuanto a las variaciones y ajustes. Dicen, estuvo inspirada en Frank Lloyd Wright, pero que los proyectos de éste eran muy caros para el presupuesto de los estudios de cine, con lo que crearon otro personaje a medida. Aún así, los bocetos generados por el ilustrador del film Harold Michelson son asombrosamente parecidos incluso en la tipografía que utilizaban
Una de las últimas escenas es un argumento de defensa donde Roark define lo creativo:
“El creador se mantiene firme en sus convicciones, el parásito sigue las opiniones de los demás. El creador piensa, el parásito copia. El creador produce, el parásito saquea. El interés del creador es la conquista de la naturaleza, el interés del parásito es la conquista del hombre. El creador requiere independencia, ni sirve ni gobierna, trata a los hombres con intercambio libre y elección voluntaria; el parásito busca poder, desea atar a todos los hombres para que actúen juntos y se esclavicen. El parásito afirma que el hombre es sólo una herramienta para ser utilizada, que ha de pensar como sus semejantes y actuar como ellos y vivir la servidumbre de la necesidad colectiva prescindiendo de la suya. El creador vive para su trabajo. No necesita de otros hombres. Su fin esencial está en sí mismo. El parásito vive de otros. Necesita de los demás. Los demás se convierten en su motivo principal. La necesidad básica del creador es la independencia. La mente que razona no puede trabajar bajo ninguna forma de coacción (…). La necesidad básica del parásito es asegurar sus vínculos con los hombres para que lo alimenten. Coloca las relaciones en primer lugar. Declara que el hombre existe para que lo alimenten. Predica el altruismo, la doctrina que exige que el hombre viva para los demás y coloque a los otros sobre sí mismo (…) El verdadero egoísta no es quien sacrifica a los demás. Es el que no tiene necesidad de usar a los demás de ninguna forma. (…) Fíjense en la historia. Todo lo que tenemos, todos los grandes logros, han surgido del trabajo independiente de mentes independientes y todos los horrores y destrucciones, de los intentos de obligar a la humanidad a convertirse en robots sin cerebros y sin almas, sin derechos personales, sin ambición personal, sin voluntad, esperanza o dignidad. Es un conflicto antiguo, tiene otro nombre: lo individual contra lo colectivo”. Gary Cooper en El Manantial (1949)
Paul Ryan, quien fuera aspirante a la vicepresidencia de los Estados Unidos por el Partido Republicano, invitaba a leer El manantial(Ed. Grito Sagrado, 1943) a todo aquél que trabajase en su campaña. Una encuesta realizada por la Biblioteca del Congreso en la década de los ochenta concluía que su autora, Ayn Rand, es la que más ha influido en los estadounidenses, después de la Biblia, gracias a La rebelión de Atlas (Ed. Grito Sagrado, 1957). Es referente ideológico incuestionable para el capitalismo individualista . Y tuvo la ironía de nacer en la URSS y vivir el sueño americano en carne propia.
Título: El manantial
Título original: The fountainhead
Actores: Gary Cooper, Patricia Neal, Raymond Massey, Kent Smith, Robert Douglas
Director: King Vidor
Productor: Henry Blanke
Guión: Ayn Rand
Música: Max Steiner
Formato: Blanco y negro
Año: 1949
Calificación española (ICAA): Apta para todos los públicos
Estudio: Warner Bros Entertainment
Duración: 108 minutos
Pueden ver la película en este link, si consiguen una sin doblaje debe ser cien veces mejor.