Late Montevideo: ¿cómo es el proyecto municipal que propone revitalizar la rambla y su entorno?
Podría decirse que en sus casi 100 años de historia, la rambla montevideana ha tenido escasas o nulas mejoras para optimizar la dinámica de quienes la transitan. Otro panorama muy diferente es el de su entorno urbano que, desde ese tiempo en adelante, ha ido evolucionando exponencialmente con un marcado crecimiento residencial y comercial que atraviesa de punta a punta los 24 kilómetros de rambla costanera.
Ya sea por la confianza en sus atractivos naturales y calidad paisajística, o por lo que implica la gestión de obras y presupuestos asociados a intervenir una de las zonas más transitadas de la ciudad, lo cierto es que este espacio esconde un potencial actualmente subvalorado que exige -casi de forma urgente- una actualización con énfasis en la experiencia de usuario.
En el mundo son varios los casos de éxito (el High Line de Nueva York y la rambla de Copenhague resultan muy inspiradores) que se han implementado en áreas costaneras con cambios profundos y escalados, que han derivado en mejoras económicas y turísticas para las ciudades. La clave, en todos los ejemplos, termina siendo la interacción público-privada que hace que las cosas sucedan y trasciendan gobiernos de turno para proyectarse en el tiempo.
Con vistas de abordar estas mejoras en la rambla de Montevideo, la intendencia departamental presentó recientemente un conjunto de obras para la revitalización la zona sur, el Teatro de Verano y su entorno. El plan se enmarca en el proyecto Late la Rambla, resultado de una visión que apuesta a conquistar más espacios públicos en armonía con el ambiente, la convivencia, la seguridad y el derecho ciudadano de vivir plenamente la ciudad.
Las obras incluyen la intervención de varios tramos de la rambla montevideana con nuevos espacios públicos e instalaciones para el disfrute de distintas edades, recuperación de áreas verdes, ensanche de ciertas zonas de caminata, recambio de alumbrado público, incorporación de nuevos semáforos, entre otras.
A continuación repasamos una a una las principales obras que impulsarán el inicio de la transformación de la rambla de Montevideo.
Teatro de Verano
Las obras de renovación del Teatro de Verano se llevarán a cabo entre mayo y octubre de 2024. Se incluye el recambio de las 2.500 butacas por otras más cómodas y modernas, y la ampliación de un tercer anillo con mil asientos, aumentando el aforo a 5.000 localidades.
A nivel general estas intervenciones prevén más accesibilidad y mejores condiciones de seguridad con nueva iluminación en pasillos, escaleras, filas numeradas y salida de emergencia.
Además se intervendrá la explanada de estacionamiento con una nueva carpeta asfáltica y el ordenamiento de las plazas para vehículos. Y, como antesala a los ingresos, el público será recibido por las áreas verdes de la nueva Plaza del Carnaval de 5.000 metros cuadrados.
Canteras Parque Rodó y lago Cachón
Deslizarse por las canteras del Parque Rodó ha sido un clásico de la diversión popular montevideana. Sin embargo, esta práctica cotidiana ha deteriorado los taludes. Con el objetivo de recuperar las áreas verdes y encauzar esta actividad histórica, el proyecto incluye la instalación de cuatro toboganes de acero inoxidable que salvarán alturas de hasta cinco metros.
Montevideo recuperará una postal con la restauración del histórico puente peatonal que conecta las canteras del parque sus entornos. La obra, que recuperará los 36 metros de recorrido peatonal del puente y finalizará antes de fin de año, pretende regenerar el paisaje y activar un paseo que es parte del valor patrimonial uruguayo.
Las obras de renovación de veredas comenzaron a finales de 2023, tienen un avance de más del 50% y se suman a las acciones sobre el propio lago Cachón, donde se realizó una limpieza del fondo y se renovó el equipamiento del paseo del borde y la isla. En abril se habrán cubierto 4.500 metros cuadrados con riego asfáltico.
Paseo de los Pescadores y entorno
A mediados de febrero comenzaron las obras de remodelación del Paseo de Pescadores, en un recorrido de 340 metros sobre la costa montevideana. Se realizará el ensanche de la caminería, incorporando expansiones y criterios de caminabilidad para todas las edades. También se construirán plazas de pequeña escala en los accesos del paseo.
Además, habrá un mirador y grada para contemplar la playa Ramírez y el característico paisaje costero, como un balcón urbano hacia el Río de la Plata, mediante un pórtico direccionado al poniente que enmarcará las visuales hacia el atardecer. El plazo de obras es de cuatro meses, con un final previsto para junio.
Más comodidad y organización también son el objetivo fundamental de Late la Rambla. Por eso se realizarán obras para incorporar plazas de estacionamiento frente al Paseo de los Pescadores, que se desarrollarán durante 2024 junto con otras intervenciones viales del entorno. Las obras incluyen la remodelación de la base de guardavidas con la ampliación de sus instalaciones, a fin de mejorar la operativa logística de la brigada.
Al mismo tiempo, se creará un servicio para deportistas, principalmente para quienes practican natación en aguas frías. En este espacio se contará con lockers y otros servicios, en busca de mejorar la experiencia de estas prácticas deportivas. Se prevé que las obras finalicen antes de la próxima temporada de playas.
La rambla es un espacio para todas las edades con una alta concurrencia de niños que inspiró la creación de una plaza de juegos infantiles en la zona cercana al ingreso del Paseo Verde. Este espacio contará con juegos inclusivos. La intervención se extenderá en un área de 1.500 metros cuadrados y se prevé su construcción entre los meses de abril y junio.
Alumbrado público
En el marco del recambio del alumbrado público de la rambla y avenidas se incluye nueva iluminación led en rambla sur. En este tramo, con cerca de seis kilómetros del frente costero, entre febrero y marzo se sustituirán 400 luminarias.
En mayo se completará la sustitución led de toda la rambla y se habrán colocado, entonces, cerca de 1.200 luminarias a lo largo de 17 km con una inversión cercana a los 300.000 dólares.
El programa completo de recambio led de avenidas implica la renovación de 14.000 luminarias con una inversión cercana a los tres millones de dólares que se pagarán con el ahorro asociado al cambio de tecnología, ya que las nuevas luminarias consumen 70% menos energía.
La tecnología led que se instala en la rambla es de tipo cálida y se integra al sistema de monitoreo y control a distancia que permite regular la intensidad, a la vez que alerta instantáneamente en caso de falla.
El diseño de las luminarias permite optimizar su uso para iluminar el área de calzadas y veredas que se quiere, sin encandilar hacia otros puntos.
Seguridad vial y circulación
Se instalarán tres nuevos semáforos para brindar cruces seguros en una zona de alto flujo de peatones: Rambla y Sosa, coordinado con el resto de los semáforos de la rambla; Rambla y salida de los clubes de pesca; y Rambla y Lago Cachón por la senda norte.
También se construirá un retorno vial seguro de este a oeste para favorecer la circulación del tránsito, permitiendo un giro desde la senda norte (que va hacia el oeste) para poder tomar la senda sur hacia el este.
La rambla se disfrutará de sol a sol gracias a la nueva ciclovía de 4,7 kilómetros, desde Sarandí a Morales (tramo 1) y de Morales a la zona de clubes de pescadores (tramo 2), en donde conectará con la bicisenda existente. Este esfuerzo para unir la infraestructura existente con los nuevos tramos permitirá extender el recorrido de la ciudad en bici.
Reproduciendo el modelo Quijano (conexión entre la ciclovía 18 de Julio con San José), las sendas por la rambla irán contra la vereda sur en toda su extensión, ocupando el carril del estacionamiento. El estacionamiento quedará establecido al lado de la ciclovía en algunos tramos donde actualmente se puede estacionar.
En el tramo 2 será necesario mover el cantero central para poder conservar tres carriles de circulación y no afectar el flujo de vehículos. A partir de la implementación de la ciclovía se adecuarán las velocidades en la rambla.
En el tramo total, desde Sarandí hasta la zona de los clubes de pescadores, se establecerán velocidades diferenciadas de 45km/h en la senda vecina a la ciclovía-estacionamiento y de 60 km/h en el resto de carriles.
Se señalizarán con pórticos y sellos en la calzada los límites de velocidad de cada senda. En la senda norte se mantienen las velocidades habituales. Los plazos estimados son: primera semana de abril para el tramo 1 y tercera semana de mayo para el tramo 2.
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Desde Ministerio de diseño hemos difundido ideas en varias instancias y plataformas como esta o esta sobre el por qué la rambla merece una intervención de peso y calificada que no ha conseguido en sus 100 años de existencia.
Estas actuaciones son puntuales en alguna escala pero de ninguna forma conforman un pensamiento transversal e integrador del paseo capitalino por excelencia en la ciudad, ni aporta ninguna mejora en cuanto al equipamiento o servicios que la misma pide a gritos. Miradores, decks de estadía, paisajismo, bancos y asientos cómodos, señalización, infraestructura de diseño atractivo para gastronomía y paradores, edificios de arquitectura vanguardista que atraigan público en lugares destacados y le aporten a la ciudad la vibra y circuito de ocio de mayor valor que sentarse en un banco de granito a tomar mate son algunas de las deudas eternas que tenemos con el tema. Lo mismo que disfrutamos y se apluade cuando se tiene la oportunidad de viajar, en otras latitudes parece que siempre se esquiva en tierras propias. Parece que fuera políticamente incorrecta la mejora de un área que si bien se encuentra en un sector privilegiado de la ciudad es disfrutada democráticamente por toda la población en sus casi 20 km de longitud.
Se trata del diseño de una experiencia, muchísimo más allá de lo que es hoy: un camino de granito, con asientos tan simples como incómodos del mismo material, y espacios que no invitan a quedarse e impiden la realización de cualquier otra actividad que no sea sentarse a tomar mate o caminar/correr. Y seguirá siendo así con estas reformas planteadas.
La clave sería hacerlo con una mirada macro, personal especializado, un concepto global de diseño de experiencia como paseo contemplando todos los detalles y una ejecución escalada con un objetivo claro: dotar a la rambla de la vibra que merece ella y la población que la disfruta, local y visitante.