Las infraestructuras logísticas y las zonas francas están en constante evolución para adaptarse a los cambios globales en los patrones de consumo y producción. Estos espacios, fundamentales en la arquitectura del comercio global, requieren un enfoque que articule innovación tecnológica, sostenibilidad y una integración fluida en el entorno urbano. La capacidad de responder a las demandas emergentes y la adaptación a las nuevas dinámicas globales son clave para mantener su relevancia y eficiencia.
En el reporte «Zonas francas y polos logísticos. La nueva arquitectura del comercio global», presentado por Gómez Platero Arquitectura & Urbanismo, se analiza cómo las infraestructuras logísticas y las zonas francas están transformándose en respuesta a las demandas de una economía global interconectada. La adaptación a prácticas como el nearshoring, la automatización y la diversificación de las cadenas de suministro ha generado nuevas necesidades en términos de diseño y sostenibilidad. A su vez, la integración de tecnologías avanzadas, junto con un enfoque en la sostenibilidad energética y ambiental, están redefiniendo estos espacios como motores de desarrollo económico y social.
El cambio en los hábitos de consumo tras la pandemia implicó la modificación de las infraestructuras destinadas a satisfacer una demanda cada vez más globalizada. Los centros logísticos y las zonas francas han debido adaptarse a este crecimiento exponencial y a las nuevas oportunidades y desafíos tecnológicos que se plantean.
Tras la pandemia, la arquitectura de las infraestructuras destinadas a satisfacer una demanda cada vez más globalizada se torna más compleja al interactuar con nuevas tecnologías y usos mixtos que generan otros flujos y concentraciones de personas. En una industria en constante evolución es preciso dominar las habilidades necesarias para garantizar la sostenibilidad de un negocio, que por su naturaleza, ve resultados a largo plazo y deja poco margen para la incertidumbre.
A raíz de prácticas como el nearshoring y las complejidades de la logística global surgen requisitos de alta especificidad que inciden en su materialización. Estos requisitos energéticos, programáticos e infraestructurales determinan la sostenibilidad a largo plazo de los nuevos equipamientos.
Como verdaderos polos intermodales presentan una mixtura de innovación y tecnología, atrayendo talento y generando impactos tanto en su entorno inmediato como en el territorio más amplio. Con la inmediatez temporal como requisito previo y la cercanía como cualidad deseable, las implicancias de sus procesos trascienden los límites físicos de las ciudades y las naciones.
Mediante el análisis de casos de éxito internacionales y proyectos del estudio Gómez Platero Arquitectura & Urbanismo, el trabajo presentado en el reporte ofrece una mirada de la expansión de los nuevos centros logísticos en América Latina. Analizando los desafíos, oportunidades y tendencias emergentes, se elabora un panorama del diseño de estas infraestructuras, ofreciendo perspectivas desde la arquitectura para el sector logístico y empresarial en la región.
¿Cuáles son las tendencias de las infraestructuras logísticas del mañana?
Aunque el desarrollo exponencial de fenómenos como el e-commerce supone una transición del espacio físico al virtual, este no deja de tener un impacto significativo en la configuración y el funcionamiento de las ciudades: las transacciones realizadas desde la comodidad de un dispositivo generan una serie de requisitos territoriales en pos de garantizar una entrega rápida y eficiente.
Con el paso del tiempo, la arquitectura del fulfillment (en el ámbito de la logística, se refiere a todos los servicios relacionados con el procesamiento de un pedido: envío, almacenamiento o inspección de los productos recibidos) estará crecientemente ligada a la evolución de las cadenas de suministro, los avances tecnológicos, la experiencia digital y la sostenibilidad.
A continuación, se destacan algunas de las tendencias que dan forma a las instalaciones logísticas del futuro y a los territorios que les dan soporte:
_El valor agregado de la experiencia del usuario. Las tareas repetitivas, fácilmente automatizables, están dando paso a un cambio en las habilidades de los empleados, más enfocados en la resolución creativa de los problemas. Las empresas deben poner el énfasis en la atracción y retención del talento, procurando mejorar la salud y el bienestar de sus trabajadores. Proporcionar espacios saludables, priorizar la iluminación natural y lograr una mejor calidad del aire y ergonomía, resultan prioritarios. Procurar cualidades urbanas — distancias caminables, presencia de servicios complementarios y espacios de socialización—, así como incorporar programas complementarios como salas de descanso, servicios de cocina, catering y gimnasios, contribuye al deseo de los empleados por permanecer en su situación laboral actual.
_Fusión entre el espacio real y el virtual. La automatización, la robótica y el machine learning tienden a ampliar las capacidades del espacio real, el que se ve informado por procesos que ocurren en el ámbito virtual. Montacargas automatizados y drones pasan a ser los habitantes del espacio, realizando las tareas más peligrosas, para que las personas puedan dedicarse a actividades de más alto nivel. Gracias a las nuevas tecnologías de traslado y clasificación, el acopio de materiales y productos empieza a ganar altura, haciendo que el metraje cúbico adquiera mayor relevancia en la volumetría. La metodología BIM cambia la manera en que se diseñan las instalaciones, mediante un “gemelo digital” que permite un diseño predictivo y eficiente, detectando errores previo a la construcción, que es tan flexible como las actividades que se llevarán a cabo al interior del edificio una vez construido.
_Una nueva apreciación por lo sostenible. La sostenibilidad en logística adquiere mayor relevancia, en la medida que involucra procesos que requieren grandes cantidades de energía de manera ininterrumpida. Asimismo, la logística omnicanal implica que hay más formas de acceder a los productos, y un mayor deseo de instantaneidad en las entregas al usuario final. La generación de energía en el sitio, la instalación de controles inteligentes en los edificios y las flotas de vehículos eléctricos son capaces de reducir la huella de carbono de las instalaciones logísticas dentro de sus áreas de impacto. Es posible incorporar los objetivos de sostenibilidad en los proyectos mediante el establecimiento temprano de asociaciones y la incorporación de expertos en la materia.
_ Atomización de los procesos logísticos. Con el fin de intentar evitar disrupciones en las cadenas de suministro, el nearshoring relocaliza la producción al territorio de consumo, bajando así los costos de fabricación y envío. Asimismo, la importancia de la logística del último tramo en pos de la instantaneidad pone en evidencia el rol que la trama urbana consolidada tiene sobre los procesos logísticos. Esta relocalización implica que muchas veces las infraestructuras en los países de destino no están preparadas para el nivel de producción o distribución que se pretende. Asimismo, la instalación de centros de distribución de menor porte, dispersos en la trama consolidada, pone de manifiesto la importancia de la planificación urbana integrada y sostenible. Esta dispersión puede generar desafíos adicionales, como congestión en el transporte local y presión sobre los servicios públicos y ambientales, factores a tener en cuenta al momento de considerar posibles emplazamientos.
Ver el reporte completo en https://www.gomezplatero.com/es/gpinside/la-nueva-arquitectura-del-comercio-global-/.