He tenido en algún momento un catálogo de lámparas de Philips que en su primera página, resaltaba la importancia de la oscuridad y sombras, porque eran el contrapunto y la valoración natural de las áreas con luz. Eso que parece tan obvio en la práctica no se ejerce habitualmente y genera al ignorarlo, espacios homogéneos, sin diferenciaciones ni personalidad o carácter alguno.
La luz bien usada es uno de los recursos (junto con el color), más económicos , para darle más potencia e impacto a cualquier espacio ya sea interior, exterior o de fachadas, a nivel residencial, o comercial.
Así como una cena íntima no es igual a la luz de tubos fluorescentes o de velas, cada espacio y función, tienen su atmósfera ligada al nivel y tipo de iluminación.
La tendencia ahora en muchos locales de marcas reconocidas y de pautas internacionales es ir a una atmósfera más intimista, más tranquila, con detalles y enfoques concentrados , marcando recorridos y sectores diferenciados.
Si bien hay casos donde la iluminación «a giorno» potente y pareja está respaldada en un concepto de base válido tambien.
A nivel de vivienda, lo óptimo es generar posibilidades y flexibilidad : si se tiene una fiesta, si hay poca gente, si estan en plan romántico, familiar, o social.
Se pueden usar mecanismos de regulación de intensidad o dimmers que permiten graduar el nivel de luz, generalmente superior, combinándola también con lámparas más bajas con luz más cálida, lo cual combinado da muchas posibilidades y enriquecen el ambiente.
Tiremos los plafones de vidrio y las «tortugas» para lograr ambientes que nos inviten a quedarnos.
El tono en ambos casos (comercial y residencial) sería pensar un esquema de luces concentradas dispuestas de tal forma que resaltan más los contrastes, y la flexibilidad de situaciones.
La habilidad también está en generar conjuntos sustentables (de nada sirve tener un esquema llamativo si después no se usan porque el consumo es superior a lo prudente) y para ello el desafío está en incluir los leds o lámparas de bajo consumo que recién se están adaptando a luminarias de haces concentrados o luces cálidas. Generalmente aptos para gargantas lineales o iluminación gral sin mayores exigencias de concentracion y efectos, de a poco las generaciones sucesivas de tecnologías más avanzadas van adecuándose a esas exigencias . Y después claro, prestar atención a lo que se instaló previamente para su mantenimiento: gajes del oficio, pero me molesta visualmente los edificios que en sus balcones tienen uno con luz calida otro, fría, uno sí y otro no, sin criterio alguno, lo mismo en estacionamientos, o espacios generales donde abunda esa iluminación.
Todos hemos visto alguna vez como el espacio mejor decorado se viene abajo con una mala iluminación y viceversa, algo con muy pocos recursos decorativos pero mucha idea en el enfoque de iluminación crea su propia identidad.
De hecho, podemos apostar que cuando un espacio nos cautiva, la iluminación generalmente tiene mucho que ver con el efecto generado y se aplica desde el casco antiguo de una ciudad a la noche , hasta el living o el jardín cuando recibimos amigos…
La luz bien usada es uno de los recursos (junto con el color), más económicos , para darle más potencia e impacto a cualquier espacio ya sea interior, exterior o de fachadas, a nivel residencial, o comercial.
Así como una cena íntima no es igual a la luz de tubos fluorescentes o de velas, cada espacio y función, tienen su atmósfera ligada al nivel y tipo de iluminación.
La tendencia ahora en muchos locales de marcas reconocidas y de pautas internacionales es ir a una atmósfera más intimista, más tranquila, con detalles y enfoques concentrados , marcando recorridos y sectores diferenciados.
Si bien hay casos donde la iluminación «a giorno» potente y pareja está respaldada en un concepto de base válido tambien.
A nivel de vivienda, lo óptimo es generar posibilidades y flexibilidad : si se tiene una fiesta, si hay poca gente, si estan en plan romántico, familiar, o social.
Se pueden usar mecanismos de regulación de intensidad o dimmers que permiten graduar el nivel de luz, generalmente superior, combinándola también con lámparas más bajas con luz más cálida, lo cual combinado da muchas posibilidades y enriquecen el ambiente.
Tiremos los plafones de vidrio y las «tortugas» para lograr ambientes que nos inviten a quedarnos.
El tono en ambos casos (comercial y residencial) sería pensar un esquema de luces concentradas dispuestas de tal forma que resaltan más los contrastes, y la flexibilidad de situaciones.
La habilidad también está en generar conjuntos sustentables (de nada sirve tener un esquema llamativo si después no se usan porque el consumo es superior a lo prudente) y para ello el desafío está en incluir los leds o lámparas de bajo consumo que recién se están adaptando a luminarias de haces concentrados o luces cálidas. Generalmente aptos para gargantas lineales o iluminación gral sin mayores exigencias de concentracion y efectos, de a poco las generaciones sucesivas de tecnologías más avanzadas van adecuándose a esas exigencias . Y después claro, prestar atención a lo que se instaló previamente para su mantenimiento: gajes del oficio, pero me molesta visualmente los edificios que en sus balcones tienen uno con luz calida otro, fría, uno sí y otro no, sin criterio alguno, lo mismo en estacionamientos, o espacios generales donde abunda esa iluminación.
Todos hemos visto alguna vez como el espacio mejor decorado se viene abajo con una mala iluminación y viceversa, algo con muy pocos recursos decorativos pero mucha idea en el enfoque de iluminación crea su propia identidad.
De hecho, podemos apostar que cuando un espacio nos cautiva, la iluminación generalmente tiene mucho que ver con el efecto generado y se aplica desde el casco antiguo de una ciudad a la noche , hasta el living o el jardín cuando recibimos amigos…
Ejemplos en locales comerciales que crean situaciones y experiencias diferentes:
Locales Ayres, Buenos Aires
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