Gastón The Painter: un tipo rápido y con confianza
Una semana es un workshop en Tokio, luego Los Angeles, la siguiente escala es San Pablo, unos días en Montevideo, cruce a Buenos Aires y la agenda de Gastón Castagnet, (alias Gastón The Painter) sigue, con sus marcadores y pinceles dejando huella por donde va.
Gastón tiene 26 años y es el ejemplo de jóven emprendedor, observador, cosmopolita que sabe capitalizar sus contactos por el mundo, sus experiencias con colegas, maestros y alumnos y construir una identidad propia, con merchandising incluído.
En un mundo digital instantáneo, el arte de la tipografía no solo no está en extinción sino que se cultiva con infinitos usos como branding, promociones comerciales, muestras artísticas o señalización, aportando un estilo «slow» y único a muchos emprendimientos. No son pocos los jóvenes ávidos por formarse en la disciplina, tanto como terapia o como oficio y Castagnet vio allí su oportunidad para ofrecer su know how en varias ciudades difundiendo esa técnica.
Gastón se crió entre Montevideo y Australia, se formó en la Academia y la calle, en diseño gráfico, workshops y salidas urbanas con grafitteros que intentaban dejar huella en un arte efímero y rápido con distintas temáticas y estilos. De hecho se considera autodidacta y desde siempre con fuerte inclinación visual y artística. Heredó de su padre, el acuarelista Alvaro Castagnet la veta artística y la pasión por recorrer el mundo conociendo gente y transmitiendo su arte en distintos ámbitos.
Conversamos con él en los minutos previos a uno de los talleres que lo trajeron a Montevideo.
¿Cuándo comenzaste con la docencia y los workshops?
Informalmente desde hace varios años. En forma planificada y con agenda, desde fines del año pasado, cuando un pintor en Buenos Aires me sugirió hacerlo y probamos. Lo difundimos en redes sociales suyas y mías y tuvo tanto éxito que estimuló la continuidad.
Tu inspiración más fuerte es el arte callejero ¿Por qué el grafitti?
Puede sonar a apología pero siento que el grafitti suele ser denostado, aunque es una potente vidriera para gente de mi generación que no encuentra en otros lugares suficiente exposición y vuelca su talento en muros urbanos. No se trata de vándalos sino de expresiones, reputaciones y una suerte de incubadora de estilos que tiene sus propios códigos y competencias como un outlet de arte democrático al alcance de todos. Yo lo adopté como disciplina experimentando con varias firmas y debo mucho de mi aprendizaje en lettering al grafitti, recorriendo las calles montevideanas entre los 17 y los 20 años.
¿Cómo fuiste definiendo tu estilo y por qué el lettering?
Practicaba en cuadernolas en casa, investigaba en redes sociales como Tumblr, me atraían los de estética gestual, revisaba el trabajo de referentes internacionales como Shepard Fairey y otros locales como CDS Crew del Sur o RSK. Me fui puliendo y teniendo una mirada global y amplia de los protagonistas y el lettering es una marca de estilo potente que fue configurándose como disciplina.
¿A qué le adjudicás el éxito de estos talleres que en pleno auge de inmediatez digital – de hecho esto es perfectamente realizable en computadora- dedican tiempo a aprender técnicas de escritura y estilo manual?
Yo veo dos factores clave: por un lado el formato taller está creciendo justamente por cambios en el mundo educativo, y recibe gente que no quiere o no puede invertir años de su vida en una formación tadicional, buscando otros formatos de capacitación, más inmediatos. Mis talleres por lo general se dan en lugares donde habitualmente se dictan otros cursos y tienen su audiencia que rota de uno a otro o atraen gente en búsqueda de novedades.
Por otro lado está el tema de la experiencia: acerca gente, no es caro, es disfrutable y democrático, se pasa bien y se conocen grupos distintos.
¿Qué salida laboral o aplicaciones comerciales tiene esta técnica?
Aún lo estoy descubriendo y de hecho quiero definir en qué tipo de proyectos quiero participar. Los talleres seguro serán parte del mix y la parte de educación y comunicación me apasiona. En Australia he trabajado para marcas y comercios haciendo desde menús de restaurantes, cartelería, señalización o logotipos. Otros campos pueden ser hacer murales, o aplicaciones de merchandising, y en el futuro quizás sea realidad aumentada, siempre hay que estudiar lo que pasa alrededor. He conocido a los integrantes de Colectivo Licuado que viajan por el mundo pintando murales y comparto ese espíritu. Siempre hay que reinventarse y ver cómo el talento se adapta al mundo moderno, usando plataformas digitales para difundirlo.
El grafitti hoy por hoy está muy asimilado por las marcas y constituye una de las grandes corrientes estéticas, así que uno nunca sabe a donde puede llevarte esta disciplina que navega entre lo under y lo premium.
¿Por qué la letra mayúscula como preferida?
En mi trabajo prima lo gestual, los movimientos rápidos y con confianza, frente al trazo calculado. Me atrae más eso que la letra diseñada de tipografías clásicas. Prefiero imperfecto pero rápido y con confianza que perfecto y de manual.
¿Qué eventos o referencias te inspiran diariamente?
Uno no puede controlar lo que le llama la atención, puede ser un evento, un concierto, revistas de arte o diseño y muchas redes sociales, y de eso podemos hablar horas. Yo siento que me inspira no solo la obra sino conocer artistas, y su dia a dia cuando se puede, se conoce, pero las redes lo que te permiten es ver en otros casos como trabajan, como se ven a sí mismos como manejan su rutina o por donde transitan. Hoy todo es un gran reality de lo que nos alimentamos y bien estudiado es una herramienta potente de información de referentes, competencia, o simplemente de cultura general.
Las referencias ya no están en museos o galerias, están a la vuelta de la esquina o a 10 mil kilómetros. Yo viajo y eso me inspira pero siempre quiero volver a mi taller a bajar la pelota al piso, reflexionar, ordenar y partir desde allí.
¿Cómo te ves de acá a diez años?
La parte didáctica de clases o charlas creo que siempre va a estar, junto con otras cosas que aún estoy abierto a descubrir.
…………………………………
Gastón espera a sus alumnos con las mesas preparadas con material de papeles impresos, lápices y marcadores, proyector y hasta merchandising con imagen de marca en remeras, blocs, lápices y objetos varios. Toda una muestra de profesionalismo y mirada 360º aún en estas instancias iniciales de su proyecto didáctico.
Inicia su charla con soltura con una introducción a su trayectoria, sus influencias y las pautas básicas de la técnica del lettering, explica las numerosas aplicaciones, y el por qué de la elección de algunas tipografías. Evacúa dudas y establece un contacto posterior en redes sociales donde dejará registrada esta y las instancias siguientes que lo lleven a otras ciudades.
Hi guys! Here's a little video with insights into my work process. Follow me as I prepare and paint a sign at a local café – Cheerio!Video by Nicolas Podesta
Publicado por Gaston The Painter en Domingo, 11 de noviembre de 2018
Un ejemplo de construcción de marca personal en base a talento autodidacta, observación, confianza, manejo de idiomas y captación de audiencias distintas y difusión en plataformas digitales, alineado con los tiempos que vive y la generación que lo sigue.
Pueden seguir a Gastón The Painter en su actividad día a día en sus redes.