Reseñar la obra de Enrique Concha, fundador de Enrique Concha & Co, uno de los mejores interioristas chilenos, permite descubrir no sólo un perfil profesional de gran potencia y alcance, con un portfolio de obras extenso y de calidad superior, sino también una historia de vida con sesgos muy particulares.

Junto a su socio Francisco de Lastra desde hace 25 años y su hermana Carolina, gerencia una oficina donde hoy trabajan más de 50 personas en proyectos hoteleros, corporativos, residenciales y barcos. Algunas de sus obras referentes han sido el Palacio de la Moneda del Gobierno de Chile, el Hotel Alto Atacama y el Hotel The Singular, por citar tres de una extensa lista de proyectos.

Pero el ángulo más sombroso de su quehacer radica en que algunos fines de semana en el marco de sus iniciativas “Fundación mundo interior”,  o «Banco de ropa» los dedica a recorrer poblaciones en el interior de Chile.  Con la primera, junto a universitarios o voluntarios viaja para acompañar y asesorar estéticamente a gente necesitada, llevando piezas decorativas, sábanas, artículos de cocina que obtiene de sus clientes del rubro hotelería. Una vez en el lugar usa el mismo know how con el que equipa hoteles premium para ponerlos en escena generando ambientaciones que mejoran la calidad de vida de quienes viven en condiciones precarias o fueron afectados por desastres climáticos.

Con la segunda iniciativa logra que gente de pocos recursos vista ropa de las grande tiendas, realizando gestiones ante las últimas para que cedan piezas que se entregan a las comunidades más desfavorecidas.

Además, participa en un proyecto en Colina 2, un centro penitenciario para hombres, dando charlas de contención espiritual a los reclusos.

Si bien Enrique está ligado a los proyectos de grandes inversiones también demuestra con hechos que la creatividad y el buen gusto pueden estar presentes cuando no hay presupuesto.

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Sabe que poner cosas caras no necesariamente agrega valor pero elegir el tono de pintura justo, iluminarlo de determinada forma, distribuir muebles con oficio y agregar toques personales «pueden hacer diferencias en los círculos más modestos y allí es donde realmente cambia la vida cotidiana de muchas personas».

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Enrique es católico, numerario de la plelatura del  Opus Dei, y organiza su agenda equilibrando oferta de servicios: un día puede reunirse con el presidente de un banco o seleccionar piezas en un anticuario londinense y el fin de semana trasladar equipamiento para una familia necesitada.

Se crio en el seno de una familia amante del arte y la música. Su padre, con quien trabajó en los inicios de su carrera, era arquitecto y coleccionista de arte precolombino que llegó a trabajar en Chicago en el taller de Mies van der Rohe. Su casa era centro de visitas internacionales y reuniones a las que acudían un día Pablo Neruda, otro Eduardo Frei Montalva, Julio Zegers, Joan Manuel Serrat y hasta Indira Gandhi.

Estudió diseño y asistió a la Universidad Católica de Santiago pero nunca terminó. Autodidacta y metódico, la vida lo graduó con desafíos que fueron creciendo al encontrar terreno fértil en su dedicación y talento.

Más tarde Enrique se instaló por su cuenta diseñando y vendiendo muebles. Comenzaron a llegarle encargos de sucursales bancarias y desde allí no paró. Llegó a hacer más de 200. Luego fue el turno de presidencias de los bancos o casas de directores, edificios corporativos y hoteles.

Desde su oficina en El Golf esquina Isidora Goyenechea su equipo diseña, ejecuta y supervisa cerca de 25 trabajos simultáneos, sumados a la operación de tres tiendas, una en el mismo edificio sede del Estudio, otra en Huechuraba. y la tercera, recién inaugurada, en una casa antigua completamente remodelada en la calle Nueva Costanera.

Pueden estar diseñando un Hotel de alta gama de cadena internacional, una carnicería, un master plan para una bodega, varias residencias, 12 hoteles, algunos de ellos en Perú, todo al mismo tiempo.

Su estilo es ecléctico, combinando piezas de distintos orígenes que aportan riqueza y un relato con carácter y refinamiento con un reconocimiento que trasciende fronteras
Su nombre es sinónimo de buen gusto, excelencia y proyectos impecables. Sus tiendas, un universo con las mejores vidrieras y piezas elegidas en viajes o mandadas a hacer por artesanos calificados.

Enrique nos da su mirada sobre el diseño local y sugerencias para las visitas a la ciudad:

¿Cuáles dirías son los 3 lugares de Santiago más atractivos para un diseñador? 

_ Barrio Italia

Es un lugar bien entretenido y atractivo para diseñadores porque se concentran en pocas cuadras fábricas, talleres y tiendas donde puedes encontrar diseño de autor, arte , objetos decorativos, artículos de jardinería, artesanía chilena, antigüedades restauradas por jóvenes independientes e innovadores . También está el Castillito que actualmente está destinado a actividades culturales. y la casa Museo Frei-Montalba. Este barrio  lo veo como un nuevo circuito de diseño, cultura y arte contemporáneo.

Barrio Alonso de Córdova /Avenida Nueva Costanera 

Aquí existen tiendas de lujo y de marcas consagradas que se instalaron en antiguas casonas que han mantenido el estilo del barrio. Y en Nueva Costanera es posible encontrar tiendas de diseño y mobiliario exclusivo. Muy cerca está el Parque Bicentenario que tiene un paisajismo precioso muy bien pensado, también puede encontrar el Museo moderno de arte latinoamericano (Ralli) y un poco más lejos pero en el mismo sector, el Museo de la Moda que siempre sorprende.

Patio Bellavista 

Este era un lugar que antigüamente tenía  unos galpones, los cuales fueron restaurados en un proyecto de rescate patrimonial de 1900 y luego se transformó en este patio que concentra tiendas de objetos de diseño nacional de forma permanente. Entre otras cosas se hacen actividades culturales, muestras de música y arte constantemente.

¿Cuáles son las 3 obras de tu estudio más relevantes en su trayectoria?

Es difícil nombrar algunos. Hoy tenemos en carpeta 38 proyectos, algunos fuera de Chile.  Quizás tenemos varios que han sido importantes en el trayecto de los años, hemos licitado más de 70 hoteles, desarrollado mas de quinientos proyectos, por ejemplo. Hoy estamos con dos cruceros de alto standard, algunos hoteles y restaurantes entre otras cosas, los que se me vienen a la cabeza en estos momentos son los Hoteles Singular tanto el de la Patagonia como el de Santiago y una residencia en Nueva York que hicimos hace unos años. Por otra parte hoy en día estamos trabajando en el diseño interor del Nuevo Aeropuerto de Santiago, y ha sido intenso pero bastante  gratificante también.

_ ¿Cómo abordan la logística en trabajos internacionales?

Habitualmente se contacta el cliente con la oficina, luego nos reunimos con él, a veces personalmente, otras a través de conferencia,  nos explica de qué se trata el proyecto y lo que le gustaría lograr con nosotros. Luego se interactúa con el arquitecto a cargo a través de conferencias y también hacemos visitas a terreno coordinadas con los clientes a medida que se va desarrollando el proyecto.

_ ¿Cómo ven el panorama chileno del diseño?, ¿el público general está educado en esos temas?

Chile tiene un alto standard de exigencia y personalidad en el rubro hospiltalty, oficinas y retail. Creo que estamos viviendo un proceso de descubrimiento y reconocimiento, sobre todo las nuevas generaciones se mantienen muy informados.

_ ¿Hay una identidad chilena transversal para resolver hábitats de distintos usos, estilos o escalas?

El diseño hoy en día tiene un lenguaje en común a nivel mundial, y Chile tiene una vanguardia notable y muy buen gusto. Lleva varios años de estabilidad económica lo cual ha permitido el desarrollo de proyectos inmobiliarios  y eso ha jugado a favor de nosotros como país por ende también al diseño interior.  Si bien estamos en el fin del mundo, los proyectos son de nivel global.