Cada dos años, la Bienal de Venecia acoge las propuestas culturales de distintas naciones del mundo que encuentran allí el espacio para la difusión y promoción de arte contemporáneo a través de exposiciones e investigaciones en todas las disciplinas artísticas: artes visuales, arquitectura, cine, música, danza y teatro.

En su 59° edición vale mención el trabajo que se está haciendo en el pabellón de Costa de Marfil, titulado “The Dreams of a Story”, con la intención de resaltar recuerdos y sueños que reconocen el papel esencial de la cultura contemporánea africana. La instalación se inaugurará el 20 de abril y estará disponible hasta el 27 de noviembre, representada por seis artistas: Aboudia, Armand Boua, Frédéric Bruly Bouabré, Aron Demetz, Laetitia Ky y Yeanzi.

La famille, Aboudia

El comisionado es Henri Koffissé N’koumo, crítico de arte y director de artes plásticas y visuales del Ministerio de Cultura y Artes e Industria del Entretenimiento de Côte d’Ivoire; mientras que los curadores son Alessandro Romanini, profesor de Teoría de la Percepción y Psicología en la Academia de Bellas Artes de Carrara; y Massimo Scaringella, comisario independiente reconocido por sus intercambios con países no europeos.

Le principe de la vie, Frédéric Bruly Bouabré

Feminist, Laetitia Ky

El tema del pabellón busca resaltar la capacidad excepcional de la nueva generación creativa marfileña para fusionar, a través del arte, tradiciones e innovaciones, recuerdos y sueños de un destino que se construirá en el panorama del arte contemporáneo. Tras el triunfo de las esculturas africanas en todo el mundo, al que han contribuido fuertemente los antiguos artistas del país, los sueños de crear una nueva historia son más que justificables. 

Quien duerme, se abre al reino de los sueños. Y es precisamente en los sueños que se recrean con naturalidad imágenes, mitos y ecos de narraciones orales o escritas, de hechos nacidos de las propias vivencias, en particular de la infancia, junto con sublimaciones de nuestro hábitat. Estos sueños cuentan historias que, en África, a menudo tienen el valor -y la validación- de la creación espontánea cuando se buscan interpretar y representar las realidades socioeconómicas del sujeto y del colectivo.

Colloquium, Yeanzi

Pangea, Aron Demetz

El conocimiento del pasado local y universal, en cada parte de planeta, adquiere quizás mayor poder y significado a través del arte. Señalar la relación entre arte e historia es casi trivial. Sin embargo, como recuerdan los surrealistas, la esencia del arte y la esencia del soñar deben ser llamadas constantemente para retribuirnos e iluminar nuestros caminos a medida que avanzamos por el mundo.

Les Nangobokos, Armand Boua

Bajo este concepto, “el arte no es más que el verdadero cruce entre el sueño y la historia. Entre el sujeto que actúa, que crea y que se constituye en autor y su obra, que pasa a formar parte de un patrimonio común. Y si esta historia nos ha sido negada, entonces debemos soñarla a través de las obras y la expresión artística de los artistas presentados en el pabellón de Costa de Marfil”, explican los curadores.