De alquilar casas a fabricarlas: Airbnb diseñará y construirá viviendas destinadas al alojamiento compartido
De alquilar casas a fabricarlas: Airbnb diseñará y construirá viviendas destinadas al alojamiento compartido
Durante años, las plataformas de economías colaborativas como Uber, Airbnb o Cabify no tenían la propiedad de los bienes donde prestaban el servicio, pero eso está a puto de cambiar.
La plataforma de alojamientos Airbnb ha anunciado una nueva iniciativa llamada Backyard, con la cual la compañía planea adentrarse en el negocio de la construcción y venta de viviendas. El plan forma parte del laboratorio de innovación Samara, que fue creado en 2016 por Airbnb para desarrollar nuevas formas de planificación urbana y de vivienda.
En declaraciones exclusivas a Fast Company, Joe Gebbia, cofundador de Airbnb, afirmó que el enfoque principal de Backyard es ‘repensar la vivienda’. Aunque no se conocen detalles sobre lo que este proyecto qué tipo de casas producirá, la compañía inicialmente comenzará a desarrollar y vender sus propios prototipos de edificios a partir del 2019.
Gebbia es arquitecto y urbanista, por lo que la decisión de Airbnb de incursionar en este mercado no resulta extraña, sobre todo si planean proporcionar servicios de diseño de estructuras y posteriormente ofrecerlas a la venta.
El informe asegura que el nombre Backyard (Patio trasero) sugiere que Airbnb construirá ‘Unidades de Vivienda Accesorias’ (ADU, por sus siglas en inglés), que consisten en pequeñas cabañas ubicadas detrás de enormes viviendas suburbanas. Este tipo de viviendas se alquilan constantemente a través de Airbnb.
Gebbia afirmó en la entrevista que las pequeñas viviendas que construirá su compañía incluirán materiales ecológicos, al tiempo que aseguró que Blackyard debía ser visto como un proyecto de producción de viviendas y un mercado para vender los elementos principales de una casa. En este sentido, el ejecutivo dijo:
Backyard no es una casa, es una iniciativa para repensar la casa. Las casas son complejas y estamos tomando un enfoque amplio, no solo diseñando una cosa, sino un sistema que puede hacer muchas cosas.
Comenzamos con una simple pregunta: ¿cómo se ve y se siente una casa diseñada y construida para compartir? La respuesta no es sencilla en absoluto. Otras preguntas surgieron rápidamente. ¿Puede un hogar responder a las necesidades de muchos habitantes durante un largo período de tiempo? ¿Puede apoyar y reflejar la enorme diversidad de la experiencia humana? ¿Puede mantenerse al mismo ritmo que el mundo cambia? ¿Podemos lograr esto sin llenar los rellenos sanitarios con residuos innecesarios? Es una tarea difícil.
Esta, asegura el empresario, «va más allá de una oportunidad de negocio; es una responsabilidad social». ¿Por qué? Porque para satisfacer las demandas del futuro, ya sea el desplazamiento climático o la migración rural-urbana, dice, «el hogar debe evolucionar, pensar en el futuro». Mantiene que la forma en la que se construyen los edificios «es anticuada y genera una enorme cantidad de residuos».
Finalmente, el cofundador de Airbnb señaló que existe una necesidad imperativa desde el punto de vista moral de crear viviendas con un enfoque ambiental positivo y un diseño adaptado a las nuevas tendencias arquitectónicas, objetivos que están a la altura del proyecto Blackyard.