bloqueo cubano, un número creciente de empresarios mira con atención a la isla,
imaginándola tierra fértil para el consumo de productos o servicios de toda
índole, mientras otros tantos buscan capturar el encanto pintoresco de su
cultura, su gente y su deterioro como elemento de marketing.
de alquiler de hospedaje publicado por propietarios ya incluía posadas y
viviendas en La Habana. La multinacional lidera esta nueva ola de líneas areas, cadenas hoteleras y servicios variados que comienzan
a complementar la precaria oferta de un lugar que estará de moda por un buen
rato. Airbnb deberá lidiar con desconocimientos, encierros, accesos
restringidos a insumos o servicios variados y con el status quo reinante
durante décadas.
Barack Obama le siguió LVMH, la multinacional dueña de marcas
emblemáticas como Louis Vuitton, Givenchy o Céline, que patrocinó este año a
varios artistas en la Bienal de la Habana. Más recientemente fueron los Rolling
Stones con su recital gratuito. Katy Perry también dejó registro de su paso en
las redes sociales, y Paris Hilton se fotografió frente al Hotel Habana Hilton,
construido por su abuelo.
se han vuelto cosa corriente: Rápido y furioso (8!). Por su parte, la cantante
Rihanna revolucionó las calles donde la fotografió la emérita Annie Leibovitz.
Chanel, liderada por el diseñador alemn Karl Lagerfeld. En medio de rumores sobre
la pasada del nieto de Fidel Castro por su pasarela, del retiro de funciones
del kaiser de la moda, o en el contexto de cambios radicales de directores de
otras marcas de ropa, la movida de celebrar la colección crucero 2016/2017 en
Cuba muestra a Chanel con el dedo en el zeitgeist.
regímenes comunistas –Europa del Este, China, Vietnam- resulta obvio que casi
ningún cubano residente en la isla podría costear esos vestidos, que hay grandes
urgencias por atender que hacen que la celebración de un desfile para
millonarios parezca incongruente. De hecho ya se critica la reiteración y abuso
en los mismos temas de
la imaginería cubana y el tic demasiado frecuente en esa industria de
estigmatizar la pobreza como escenario exótico.
pasado domingo en La Habana y, como preámbulo al desfile, asistió a la
inauguración su muestra fotográfica Obra en Proceso / Work in
Progress en la galería de arte «Factoria Habana», en el
marco del mes de la cultura francesa en Cuba.
El evento principal tuvo lugar al aire libre, en una pasarela
situada en el Paseo del Prado de la capital, eje divisor
entre la antigua y nueva Habana,
rodeado de edificios de relativa categoría. Para el desfile la única
intervención sobre el Paseo del Prado fue el lustre y pulido a espejo de su
pavimento.
actores y prensa, que recorrieron puntos clave como la casa del escritor Ernest
Hemingway y se trasladadaron desde el Hotel Nacional en almendrones, los típicos convertibles de los años 50 de colores
llamativos.
brasileña Gisele Bundchen, la actriz británica Tilda Swinton, el actor
estadounidense Vin Diesel o músicos cubanos como la legendaria Omara Portuondo.
La colección, en temática tropical, fue desfilada por
favoritas de Karl como Kendall Jenner y Stella Tennant entre otras.
Todo el revuelo
culminó en un after party en la
Plaza de la Catedral de La Habana Vieja. Pero la colección en sí no es el centro de atención de este
acontecimiento: el desfile, un hito en sí mismo, se produce un día
después de que llegara a La Habana el primer crucero procedente de EE.UU. en
más de 50 años.
Chanel “ayudará a que los cubanos conozcan el mundo libre. Aunque no puedan comprar la ropa nada más que los más poderosos,
todos disfrutarán de la belleza y soñarán con la moda”.
Fair: “Actualmente, los cubanos disponen de una oferta de moda relativamente
escasa (las pocas tiendas de ropa que hay pertenecen al estado) y cara
(considere que su salario consiste en 25 dólares al mes). Isabel Toledo o Narciso Rodriguez, diseñadores nacionales –y
favoritos de Michelle Obama– triunfan afuera. Los que permanecen en la
isla consideran que la recuperación de su industria será muy lenta, pues falta
un mercado que lo avale.”
generado la reapertura de relaciones entre Cuba y Estados Unidos representa un
momento histórico del que Chanel quería ser parte. De esta
forma, puede decirse que Cuba inspira a las grandes marcas, y éstas
inspiran a Cuba.