Ésta es una historia sobre riesgos, aventuras, y visión a largo plazo.
Jacques Gabriel fue un arquitecto francés que construyó, además del Petit Trianon de Versailles, y la Place de la Concorde, un castillo perdido en los valles de los Pirineos, para el Marqués de Gudanes,un parlamentario de Toulouse, alrededor del año 1700. Declarado monumento histórico clase I, sin embargo, llegó hasta nuestros días en un estado de abandono casi total. Con techos colapsados en 4 sectores y grandes daños interiores. (Esas ironías del cuidado o descuido del patrimonio que existen en casi todos los países)
Craig y Karina Waters, una pareja australiana, estaban buscando en el año 2011, una granja en Francia para poder pasar sus vacaciones con sus hijos viendo posibles lugares, (todos terminaban en casas modernas con piscinas de borde infinito sin ningún atractivo mayor para ellos) cuando uno de sus hijos vio el Castillo anunciado en internet.
Después de 4 años en el mercado y dos de negociaciones intentando comprarla, la familia Craig comenzó en 2013 las obras de remodelación. Pero no sin otros obstáculos como que les demoraran eternamente los permisos, hasta que Karina escribió a la municipalidad advirtiendo que venderían la propiedad al no tener respuestas de las autoridades.
El día que les dieron los permisos para iniciar las obras….
A partir de allí Karina aprendió lo que es que todos los días traigan nuevos problemas, el pelo sucio y las uñas rotas compensan cuando encuentran un pedazo de porcelana original entre los restos que van limpiando del castillo, o cuando se reencuentra con su familia, ya que Craig permanece temporadas largas en Australia mientras ella queda a cargo de la obra.
Emprendimiento titánico y para muchos imposible, dan una lección a su propia familia, proveedores y seguidores en las redes, de visión, empuje y gestión emprendedora como pocas.
Hicieron suyo el lema de Leonardo Da Vinci: «Amo aquellos que pueden sonreir ante los problemas, que ganan fuerzas del estress y se fortalecen con la reflexión. Estos emprendimientos achican las mentes pequeñas pero aquellos cuyo corazón es firme y cuya conciencia aprueba su conducta, perseguirán sus principios hasta la muerte»
La idea es recuperarlo con técnicas sustentables y respetando los detalles constructivos del edificio. Hacer un hotel con habitaciones y espacios comunes o realización de eventos en sus salones o increíble parque perimetral, producciones de moda etc. Mientras, armaron una fundación independiente de ellos que recibe y administra fondos para las obras, y publican los avances de los trabajos en su blog, Instagram y Facebook donde todos los días podemos enterarnos de alguna anécdota increíble desde la visita de un caballo que entra hasta los salones principales, o la excursión de Karina al mercado de pulgas del pueblo cercano para detectar piezas de valor histórico, o un casamiento que se realizó en el parque aún en plenas obras.
Algunas personas sueñan en grande y sus vidas son excepcionales, así como el legado a sus hijos.
El techo a medio reponer
La infinidad de variaciones que da el cambio de climas según las estaciones es increíble y puede divisarse desde las ventanas de casi todos los ambientes.
La cancha de tenis y las terrazas donde en el futuro habrá huertas. Más allá, el pueblo.
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Las dependencias de servicios y caballerizas en una construcción aparte |
Los interiores no se quedan atrás en cuanto a lo asombrosos y dan la pauta del camino recorrido y lo que queda por intervenir.
Detalle de mármol de una chimenea, herrajes, empapelados, vigas y murales que van apareciendo a medida que se van recuperando, limpiando, despejando superficies..
El techo de la capilla, detalles de carpintería y moldurados..
Cada obra tiene su mascota, en algunas son perros, en otras, ponys..
Las piezas que van recuperando o consiguiendo en los mercados locales van acrecentando el futuro mobiliario del lugar.
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